e contaba hace unos meses Eusebio Unzué -manager del equipo ciclista Movistar y codirector del Reynolds y demás desde los años 80- que no estaba en la línea de salida de Luxemburgo el día que Perico Delgado, vigente campeón entonces, salió dos minutos y 40 segundos tarde en el prólogo del Tour de Francia de 1989. Estaba en Orcoyen, su pueblo, en la boda de su hermano Juan Carlos, que con solo 22 años pasaba por la vicaria. Juan Carlos, portero en Osasuna de 1986 a 1988 -apenas un crío, con grandes reflejos y muy valiente-, fichó por el Barcelona en 1988 y se convirtió en el primer futbolista navarro en muchos años que firmaba por uno de los dos grandes del fútbol español, ya que Goiko también firmó por el Barça pero esa temporada 88-89 jugó cedido en la Real. Unzué fue dos años suplente del gran Zubizarreta y luego fichó por el Sevilla, donde fue titular indiscutible 7 años, para acabar su carrera en Osasuna ya en 1ª y en el siglo XXI. Ayer ambos hermanos volvían a estar juntos en una mesa. Eusebio acompañaba a su hermano pequeño -entrenador luego de varios equipos y segundo entrenador del Barcelona varias temporadas-, que anunciaba que padece esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad neurológica degenerativa que afecta a unas 4.000 personas en España y que según el grado y tipo puede conducir a un desenlace fatal con cierta rapidez. Juan Carlos Unzué, de 53 años, quiere aprovechar su imagen pública para concienciar sobre esta dolencia, que según él cuenta con muy pocos medios tanto públicos como privados y ese es el camino que emprendió ayer, siempre con su habitual templanza y sonrisa. Todos conocemos alguna persona bien con ELA u otras clases de esclerosis y sabemos de esas carencias, así que el paso dado por Unzué es bienvenido y seguro que positivo para él y para el colectivo. Aquel Tour del 89 fue muy duro, pero acabó en el podio. Ojalá se repita.
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