ería interesante que algún o alguna estudiante de antropología o de humanidades o de cosas así que tuviese tiempo se dedicase unos meses a rastrear zonas del planeta similares a la nuestra en cuanto a palurdismo. Palurdismo, aldeanismo urbano, modernez idiota, llámenle como quieran. Vas país por país de habla no anglosajona -con su lengua propia y quizá como aquí con dos lenguas propias- y a ver en qué sitio son tan gilipollas como somos aquí de ponerle a algo oficial o público un palabro en inglés. No le encontrarás muchos. Porque amén de cargarse la red de 8 equipos preventivos de infancia y adolescencia que con cientos de voluntarios llevaban décadas trabajando en la ciudad y de poner al frente a una persona seguro que abnegada pero que apenas lleva 4 años en Pamplona -quizá conocer mejor la ciudad no estaría para nada de más- y sin experiencia alguna en el sector, además de todo ese despropósito aprobado por Navarra Suma en Pamplona gracias también al PSN de Esporrín, al programa de prevención que se va a poner en marcha le van a llamar Coworkids, que como es una palabra inventada no sé si quiere decir Vaca o niños o es un juego con Cowork -trabajo en equipo- y kids -niños- quitando una de las kas. Aquí, en Pamplona-Iruña, año de 2020, el aldeano tiró la piedra y alguno del Ayuntamiento de Pamplona pegó. Luego estos mismos y sus congéneres políticos son los que son capaces de salir bramando en cuanto oyen algo de que el castellano va a ser minusvalorado en alguna ley educativa -que no es así-, pero claro, siempre y cuando huelan aunque sea a 10.000 kilómetros de distancia que detrás esté alguna de las otras lenguas oficiales de varias comunidades. Es de una hipocresía inaudita, amén de, ya digo, una julada de primer nivel que, lo dicho, merecería un estudio y diagnóstico a fondo. Solo desprecio al euskera no puede ser. Tiene que haber más taras.