l jueves, el parlamentario de Navarra Suma Pedro González, ex director general con UPN de Formación Profesional y Universidades y orientador escolar en colegios de la Ribera, comentó desde el atril que "Irene Montero es ministra por ser la chica del macho alfa". Bueno, como padre de un niño en edad escolar confío en que exista la objeción de conciencia: si mandan a este ser al colegio público donde estudia mi hijo exijo que no le dirija una sola palabra, que se las guarde para los de su cuadra. Es vergonzoso que representantes públicos, que tienen todo el derecho del mundo de poner a caldo a Montero o a quien les dé la gana, de criticar su gestión, sus declaraciones, sigan demostrando como este tal González que permanecen instalados en el machismo más idiota que tenemos en este país, que ya es bastante decir puesto que en este campo 40 años de franquismo-católico generó daños incalculables que nada tienen que ver con los de países del entorno. A pesar de eso, con algunos especímenes vamos hacia atrás, muy hacia atrás, especialmente porque con Podemos -contra Podemos- se puede usar -y se usa- todo aquello que jamás se ha usado contra otros -dijo el tal González que Podemos funciona "con los parámetros del comunismo totalitario más rancio", cuando es un socialismo light. Es que es patético-. No recuerdo palabras semejantes mencionando a Carmen Romero cuando era diputada y esposa de Felipe González o a Ana Botella o mil ejemplos más. No funcionaba así, porque la izquierda será lo que sea, pero al menos públicamente no ha funcionado con los parámetros rancios con los que está funcionando esta derecha cejijunta alimentada por unos medios de comunicación echados al monte contra "los comunistas". Y me importan un huevo Montero e Iglesias. Es la idea, el fondo, el tono, lo que oculta. Todo aquello que sigue siendo necesario derribar. El día 8 y todos los días.