sasuna se proclamara campeón de liga en el último minuto del último partido de liga, si en todos los ayuntamientos donde gobierna Navarra Suma, con apoyo directo o indirecto del PSN, se presentara una moción de censura, si tu biblioteca ardiera esta noche, si el alcalde Maya se hiciera a sí mismo una enmienda a la totalidad, si el Casco Viejo recuperara la normalidad, que es como decir que recuperara sus plazas, sus calles, sus aceras, sus puertas, su propia vida ante la invasión hostelera, si la Iglesia navarra devolviera a los municipios navarros los 2952 bienes inmatriculados e incautados desde 1900, si un viejo amor apareciera de nuevo en tu vida, si los bancos te devolvieran todas las comisiones cobradas ilegalmente por obra y gracia de la letra pequeña, si Rajoy, también por obra y gracia de Villarejo, acabara en la cárcel, si muchos escritores pasaran a ser excritores, si El Drogas y Bob Dylan anunciaran un concierto a dos manos en el Navarra Arena, si el rey renunciara a la corona y la monarquía pasara a peor vida, si la vida se atascara en el recodo de la infancia, si Tefi de Paz, artista local y más conocida como La Remigia, presentara su espectáculo en el Olympia de Paris, si los cines recuperaran su viejo esplendor, si los cuentos de Lorrie Moore fueran de obligada lectura, si se perdiera el sobrecogedor poder de las palabras, si Pamplona tuviera mar y 320 días de sol al año, si Sánchez Ostiz fuera reconocido finalmente como debe ser, si Oroz, el de la tira, no se jubilara nunca, si los viejos comercios de Pamplona tampoco cerraran nunca, si se aboliera la melancolía de los domingos por la tarde, si Induráin no hubiera abandonado el ciclismo tal día como ayer hace 25 años, si hoy no fuera 3 de enero sino 6 de julio y se anunciara que tampoco este año hay sanfermines, si la frase anterior no se cumpliera. Pues eso, qué pasaría.