uf! A la misma hora que estaba haciendo ayer por la tarde una entrevista sobre violencia machista llegó la noticia de la muerte de Maradona. El Pelusa, el Diez, el gran jugador, el mito, el astro argentino€ Como mucho alguien comentaba algo de que era un hombre de excesos, hablando un poco de su adicción a las drogas y al alcohol. Y nadie decía nada de las denuncias de su exesposa por malos tratos, las trifulcas violentas con otras mujeres, ni de sus infidelidades. Todo se le perdona porque fue un buen futbolista.

Al mismo tiempo escuchaba a mi entrevistada, Paola Damonti, experta en temas de género, investigadora y una de las autoras del estudio que ha publicado recientemente el Instituto Navarro para la Igualdad sobre la violencia de género que sufren las mujeres mayores, y me parecía que hablábamos de planetas diferentes, de realidades paralelas.

Comentaba que además de la violencia machista física que padecen algunas mujeres, hay otra estructural que sufrimos todas. En nuestra sociedad la mujer sólo interesa mientras es joven. En cuanto pasa de los treinta comienza su declive hasta prácticamente desaparecer del panorama social. Las "viejas" de más de 50 no son las que más interesan precisamente en las series, en la publicidad o en la economía. Los hombres pueden ser mitos sexuales hasta los 80 como Sean Connery, o luchar por ser el más poderoso del mundo como Trump y Biden. Pueden tener canas, kilos de más, arrugas€ pero las mujeres no. ¿Cómo vas a ser una buena ejecutiva si no te puedes poner una falda ajustada y unos tacones? ¿A dónde vas tan dejada, con esos pelos y sin maquillar? ¿Qué vas a saber tú de emprendimiento y negocios?

Así es nuestro mundo, que santifica a los Maradonas y a las Barbies de la talla 36. Qué triste.