Elecciones generales. Congreso de los Diputados. A Navarra le corresponden 5 escaños. En eso no ha habido cambios desde 1977. El PSOE siempre ha tenido representación: 3 escaños en 1982 (el año de la gran victoria de González/Guerra); 2 en 1977 y desde 1986 hasta 2008; 1 en 1979 y en las tres últimas convocatorias. UPN ha ostentado diputados desde su fundación en 1979 (1), con un máximo de 3 en 1989, 1993 y 2000, y 2 en el resto de comicios. La hegemonía de UPN-PP y PSOE duró entre 1982 y 2000, solo alterada por la incursión de HB en 1986 y de IU en 1996. La tónica dominante de tres siglas por Navarra en la Cámara Baja (cuatro en 2011) se inicia en 2004, con NaBai (dos legislaturas), GeBai y Amaiur (una) y Podemos (dos). La presencia de formaciones nacionalistas vascas (HB, Geroa Bai, Amaiur) o de una con esa sensibilidad integrada (Nafarroa Bai) se ha dado en 4 de las 13 citas con las urnas. En las dos últimas generales, el binomio UPN-PP/PSOE lo ha roto Podemos con sus dos escaños. El histórico dirigente nacionalista Zabaleta a finales de 2017 y la presidenta foral Barkos en fecha reciente, han abogado por recuperar voz en la carrera de San Jerónimo. “La Navarra abertzale debe volver a tener voz en Madrid, y para eso hay que reinventar NaBai en las generales” (Zabaleta). Llamamiento a las fuerzas del cambio con el deseo de que “tengamos la capacidad para llevar una representación conjunta a las Cortes Generales” en defensa del autogobierno de Navarra (Barkos). Curioso oportunismo: el primero fue el demoledor principal de Nafarroa Bai y la segunda declinó por dos veces esta fórmula en ocasiones anteriores. El miedo como corrector de actitudes. Apelación a la generosidad impelida por las circunstancias. Declive de arrogancias. Geroa Bai y Bildu carecen de implantación estatal. IU y Podemos se deben a sus marcas matrices. Propuesta declinada. Bildu desafía a Barkos a un proyecto más plural en siglas y territorios. Pulso.