El 12 de abril, en intencionada coincidencia con el comienzo oficial de la campaña electoral, arrancará en la Comunidad Foral el rodaje de una recreación de la exitosa película Eliot Ness y los Intocables (Brian de Palma-1987). Otra feliz gestión de la Navarra Film Commission, la oficina de cine creada hace una década por el Gobierno foral. Título: Navarra no se toca, traducida al euskera como Nik, Nafarroa. Una producción de Geroa Bai para intentar reducir taquillaje electoral a Navarra Suma, el collage apañado a la desesperada por UPN, PP y Cs. La directora de casting, Uxue Barkos, ha elegido a Koldo Martínez para el papel protagonista que hiciera Kevin Costner. Sustenta la decisión en la firmeza de convicciones y el atractivo personal, valores coincidentes entre el actor de cine californiano y el actor político vasco. Además de similitudes anatómicas y de edad. En el cartel promocional, letras blancas sobre fondo rojo (el color del atuendo de Barcina en determinados eventos ideológicos). Ni una concesión al verde para evitar cualquier semejanza tricolor con la ikurriña. El lema electoral elegido por Geroa Bai -huérfana del escaño que tuvo en 2011 en el Congreso de los Diputados, ocupado por la misma electa que lo ostentó dos legislaturas anteriores con Nafarroa Bai- quiere ser un cortafuegos al avance de una derecha reaccionaria con la personalidad jurídica de Navarra. El huevo del poder le importa más que el Fuero histórico. UPN se excedía en la aportación de Navarra al Estado. PP y Cs exigen un cálculo económico del Convenio contra una negociación política entre iguales. Navarra no se toca quiere tener la solidez de un muro de contención. Lo cierto es que Navarra es un viejo Reino constantemente toqueteado, manoseado. Por contribución al Alzamiento, laureada. Por concesión constitucional al PNV, Transitoria Cuarta. Y siempre, moneda de cambio y laboratorio de pruebas. Un principio: Navarra no se empuja. Hacia atrás.