Versión parlamentaria de letrilla popular:

"Ya no vienen los que antes venían/ a votar juntos con gran devoción/ los populares se han marchado afuera/ los de Ciudadanos, a la abstención/ Nos han dejau solos en la votación/ Arriba la bota, abajo la coalición".

Navarra Suma presentó moción para el traspaso de la competencia exclusiva de Tráfico, "sin que tal asunción conlleve la exclusión de las funciones que actualmente presta la Guardia Civil". Cambio de recaudador de multas, con servicio compartido. Navarra Suma, restó: los del PP, ausentes; los de Cs, inoperantes. Segundo punto: rechazo a que "partidos e instituciones sin representación por Navarra en las Cortes interfieran o suplanten materias e intereses exclusivos de la Comunidad Foral" (pacto PSOE-PNV). Cs activó el botón del sí. El timonel Esparza sufrió el boicot de sus grumetes. Con el agravante de que su rumbo político tiene críticos vigías internos, con la mirada agudizada en vísperas de congreso. La de UPN es una historia de mercaderes políticos. En 1991 pactó la disolución del PP en Navarra para consolidar su hegemonía electoral. En 2008 provocó y asumió la ruptura del acuerdo para abonar al PSOE el peaje del agostazo de 2007. Tras el cambio de 2015 y las malas perspectivas para 2019, Esparza aceptó lo rechazado de forma reiterada: la unidad de la derecha, un Fuenteovejuna de foralistas y de detractores del Convenio Económico. Todos a una tampoco pudieron evitar el cambio. Esta vez, por el cambio del PSOE con respecto a la actitud de su franquicia navarra. Así que para frenar su estadística caída de apoyo social, UPN salvó al PPN de su riesgo de desaparición institucional y facilitó la representación a Ciudadanos. Los objetores deniegan traspasos a Comunidades "desleales" donde el PSOE se apoya en nacionalistas. Su dependencia estatal sobre su compromiso en programa electoral para Navarra. El Estado democrático debe devolver lo que la Dictadura de Franco usurpó.