Estamos de cumpleaños en el Pamplonetario: hoy mismo hace 25 años que nos inauguraron. Y lo celebraremos con un cielo como el que siempre hemos disfrutado, con gente amiga que nunca merecimos tanto y con la complicidad de un público que nos sigue obligando a contar día a día historias de ciencia. Mientras tanto esta noche está llegando a Marte una nueva misión que se posará e investigará suelos extraños que poco a poco vamos conociendo mejor. Y en cada centro de investigación científica se sigue avanzando en conseguir una cura a una enfermedad desoladora, otras veces en ver si es posible corregir algo que estábamos haciendo mal o una consecuencia no pensada de un avance que un día mejoró el mundo.

En estos días se da a conocer una encuesta que mide el apego o desapego del público de nuestro país con la ciencia. A lo largo de los años desde que se hace esta encuesta de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología hemos podido comprobar cómo poco a poco los temas científicos van adquiriendo algo más de relevancia, en un panorama informativo en el que son todavía minoritarios. Una de cada seis personas muestra espontáneamente interés por la ciencia, y esto sigue siendo una fracción minoritaria, por más que sea algo común en nuestro entorno europeo. Quizá por eso mucha gente muestra reticencia ante cuestiones como la inteligencia artificial o la robotización: a menudo sólo han oído hablar de ello a gente que lo critica, algo habitual en estos medios de comunicación que viven de suscitar presuntos debates. El ejemplo más claro es el de la popularidad de las pseudomedicinas (homeopatía o acupuntura por poner las más comercializadas), usada por un 20% de la población, a pesar de que nunca tuvo la menor eficacia. ¿25 años de ciencia? Nos faltan muchos más, hay que seguir en el camino.