Hace tres años, mostré aquí mi pasmo por el contenido de un capítulo de televisión localizado en una supuesta Pamplona por Sanfermines y en el que, entre otras muchas alucinaciones, pretendían hacernos creer que los toros se comían los restos de asesinados turistas norteamericanos. Bueno, pues esta semana me he topado con otra serie (Better things, para quien le interese) en la que un tipo asegura a una joven que correr nuestro encierro está bien, pero que “lo auténtico, la verdadera experiencia ocurre la noche anterior? Entras en los establos en donde duermen los toros, te metes dentro y duermes con ellos. No pasa nada, dormir con una animal peligroso a tu lado es excitante”, dice el hombre tan fresco.

Imaginar a semejante valiente intentando colarse en los corrales de Santo Domingo y salir de allá a varazos me provoca la risa, pero no tiene gracia alguna que, por más extranjeros que vengan a nuestras fiestas y por mucha globalización que nos rodee, sigan sosteniéndose tantas y tan estúpidas burradas y nadie -guionistas de calidad, prensa internacional, etc- pueda o quiera corregirlas. Les recomiendo que, a partir de ahora, duden de cualquier cosa que les presente el cine y si en los próximos Sanfermines detienen a alguno por tratar de saltar al corralillo, ya saben?