a sido una muy mala semana para cualquiera con una mínima sensibilidad, siete días para no olvidar que el machismo en todas sus variantes ha campado a sus anchas. Desde que terminó el estado de alarma, los asesinatos y la violencia contra las mujeres han ido creciendo, pero estos negros números son más fáciles de olvidar aplaudiendo a rabiar a Plácido Domingo en su reaparición en el Auditorio Nacional dos años después de verse obligado a pedir perdón por el dolor causado a la veintena de mujeres que le denunciaron por abusos sexuales. Da igual, ya se sabe qué quieren las mujeres, "seguro que son los dineros. Siempre quieren dineros" o la ofensiva explicación de Diego El Cigala tras ser acusado por su pareja de violencia de género. Preparado el caldo perfecto, los ingredientes del terror estaban al caer: del fondo del mar fue rescatado el cuerpo de una de las hermanas secuestradas por su padre en Tenerife, en varias esquinas de un pueblo sevillano se recuperaron las partes del cadáver de una jovencísima madre y una mujer fue arrojada desde un balcón de un hotel en Ibiza en otro asesinato perpetrado por la pareja o ex pareja. Es un no parar y los que saben del tema auguran un duro verano en el que, tras meses de restricciones, pareciera que se quitara el tapón al machismo.