econozco que, como de tantos temas, de éste sé poco. Alguna persona que los trata me ha comentado que los chavales extranjeros que andan por nuestras calles sin familia lo tienen muy, pero que muy crudo para acabar unos estudios y buscar un trabajo que les permita salir adelante. También he escuchado historias de hurtos, robos y peleas. Mi limitada experiencia pasa por ver a estos muchachos en distintas esquinas de mi barrio, normalmente sentados en grupo, haga frío o calor, dejando pasar las horas mientras los demás vamos y venimos y nos metemos en nuestras casas. Lo dicho, soy profana en la cuestión pero no tanto como para tragarme las patrañas de mi alcalde. Es decir, cuando los datos oficiales señalan que tres de cada cuatro diligencias penales tramitadas en 2021 a menores en los juzgados de Instrucción de Navarra por la comisión de supuestos delitos fueron perpetrados por nacionales, no puede venir Maya y su discurso xenófobo a decirnos que "casi todas las personas que comenten delitos no son nacidas aquí". Hermanar delincuencia y extranjeros es un recurso muy viejo, siempre triste, injusto e irresponsable y le va a suponer al primer edil de Pamplona su tercera reprobación en lo que va de legislatura. Quizás le dé igual, quizás anda a la caza de los votos más ultras...