uieren guerra, mandar al Tercio, a los Regulares, a los Geos y al moro Muza si se tercia. Tal vez no sepan lo que pasó allí hace cien años, con gente que fue llevada a modo de carne de cañón, a dejarse matar, analfabetos totales, procedentes de los rincones más inverosímiles de la geografía, que apenas entendían las órdenes que se les daban en castellano ... Lo cuentan los "sargentos de la guerra de Marruecos": Sender, Barea, Fernández...

Ahora tocan otros gritos de guerra: ¡Invasión, invasión, la patria está en peligro! Solo que los ardores guerreros de estos capitanos Spavento della Valle Inferna se apagan en seguida, en cuanto han echado a rodar la camorra, que de eso se trata, de la camorra contra el gobierno. Aznar llevó bailaoras de flamenco a una reunión de capitostes de la OTAN. A falta de blindados buena es una ración de hele, hele y palmas raciales, castizas... Además, Marruecos está muy bien armado, como que le suministra las armas España... Ya pasó en la guerra de Marruecos y en Filipinas con los que llamaban "rebeldes moros" a los que se les vendía parque. Pero entonces eran negocios muy particulares, nada de engordar el PIB. De ahí las comisiones de investigación y los sumarios de responsabilidades que se quemaban por arte de magia. Nuestra historia es un lodazal, pero tal vez todas lo sean. No hace falta rascar mucho para encontrar lo indeseable o el más puro horror en todas partes.

No debería creerme que hay gente tan mal intencionada, pero se ve que nos queda bastante por ver, aunque casi todo de lo mismo. La patria, hecha navaja cabritera, y su abono orgánico, la pandemia, han hecho estragos. Crisis política, cierto, pero también humanitaria, asunto este que a los patriotas no les preocupa mucho, al revés. Lo sucedido con la voluntaria de la Cruz Roja que abrazó a un inmigrante lo dice casi todo. No digo que la inmigración sea un asunto fácil de gestionar, al revés, es una estampida imparable que irá a más. Y en este caso se trata de menores.

Por lo demás, de geopolítica del Magreb no tengo ni repajolera idea. No sé cuáles son los negocios millonarios de las trastiendas, los intereses de las transnacionales o de los cucos. Veo imágenes, sin más, y con ello me entero a medias de lo que sucede, no como los geógrafos, historiadores, estadistas, tácticos y estrategas, y todos de barbecho, que tienen en el Tarajal bencina para su negocio de confundir al público so pretexto de información contrastada, por cuenta de menores, de subsaharianos y de uniformados, y del rey de Marruecos, uno que tiene cara de malas pulgas y tiene aspecto de estar cebado. No creo posible probar que la derecha esté detrás del numerito de la marcha del Tarajal, pero algo huele mal en esa estampida permitida. El Sahara, qué lejos queda y qué desconocido para la inmensa mayoría en la que me incluyo, pero sirve unas veces para sacar pecho olvidando lo sucedido en el 75 y otras para negociar con Marruecos contra el gobierno del propio país. ¿Traición? Cá, modos y maneras del tercer milenio.

Sin contar que entre una cosa y otra por el estrecho, entre Ceuta, Melilla, y los alrededores de Gibraltar, circula una cantidad nada despreciable de dinero: como para inspirar algunos de los famosos corridos de la frontera. Más pronto que tarde reducirán este drama a serie de televisión y el drama habrá pasado a mejor vida, esto es, a ninguna.

Imágenes de guardias civiles y militares para emocionar al público, actos meritorios, cierto, auténticas muestras de empatía en algunos casos, aunque en otros se exhiban disuasorias porras de a metro en la mano, proporcionales, reglamentarias. Este también es un buen momento para recordar que en el Tarajal murieron hace siete años 15 personas que apenas sabían nadar y fueron recibidas a pelotazos. Impunidad total. Proporcional, todo es proporcional, siempre.

Marruecos es el cuento de nunca acabar y da asco que los beneficiarios de esta crisis diplomática y casera son los que venderían el Sahara por cuatro perras, con el líder saharaui del hospital de Logroño incluido, con tal de tumbar lo que va quedando del gobierno de coalición, que ese y no otro es el objetivo final de la marcha y la contramarcha salvadora de la patria.