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La 'no crisis' del Gobierno en crisis

evaporada la amenaza de desalojo forzado de Barcina, no todos los que la circundan consideran del todo amarrada la poltrona a sus posaderas. Una inquietud a priori lógica, pues ante el año de osasis gubernamental que se avecina todo jefe de Ejecutivo estaría tentado de suplantar ese páramo con la imagen de iniciativa que otorga renovar consejeros. Barcina ha acreditado sin embargo que no ejerce una presidencia cualquiera, además de por carecer de la mayoría imprescindible para gestionar el bien común, porque su primer círculo concéntrico del Gabinete se sustenta en las relaciones personales en lugar de en la plena adecuación a las responsabilidades concretas, resultando ahí precisamente donde se han disparado los problemas de gobernanza. Por mucho que el PSOE apartara de ella el cáliz de la moción de censura, la Consejería de Economía sigue igual de caliente, con su titular a modo de funambulista sobre el alambre de una reforma fiscal sin apoyos de salida y de una áspera negociación del Convenio, más cuando porta la mochila de las injerencias acreditadas en Hacienda. Las filas cerradas con Goicoechea mientras llovían chuzos de punta ya se hallan menos prietas, hasta el punto de que a Barcina le aliviaría una dimisión para la que tendría alternativa, esa directora general apellidada Valdemoros a la que el entorno de la regidora ha elevado a los altares por la defensa de la causa regionalista. Pero la presidenta no cesará a Goicoechea por todo lo padecido, una certeza que cabe extender a la asimismo íntima suya Vera, además de que a ver quién se come a falta de un año de legislatura el marrón de ese menú compuesto de indigestas comida hospitalaria y listas de espera que constituyen el verdadero desagüe de votos para UPN al no distinguir la devaluación sanitaria la ideología del paciente. Sin destituciones en los focos del incendio en la Diputación, para qué agitar la coctelera y cómo justificar los cambios entre los menos próximos a la superioridad pero más competentes o al menos hábiles. Que ni esté en marcha ni se le espere una crisis de gobierno muestra a este Gobierno en crisis en toda su desnudez.