el mismo PSOE que se presentó como adalid de la apertura a la sociedad con el reclamo de las primarias abiertas se halla inmerso en un conturbenio impulsado por la ortodoxia jacobina para investir por asentimiento al nuevo secretario general, aunque la gerifalta andaluza Díaz haya dejado pasar ese cáliz por el momento. Una vez más, el señuelo para la unanimidad es la sacrosanta unidad como si fuera un fin en sí misma y no equivaliera al silencio de los cementerios. Al contrario, el PSOE precisa agitarse cual coctelera para ese replanteamiento integral obligado tras la pérdida en las elecciones europeas de más escaños que un PP corrompido y desgastado, en un escenario de florecimiento del resto de las izquierdas aún más esquivo ahora para este socialismo clásico que hoy se debate entre la Monarquía y la República cuando debiera priorizar siempre la democracia. Esa necesidad de confrontar modelos y estilos de liderazgo resulta igual o todavía más imperiosa para el PSN, pues incluso ha compartido gobierno con la sigla que abandera el anquilosamiento institucional y la uniformización social para perpetuarse en el poder mientras la suya ha concatenado suelos electorales en los últimos comicios autonómicos (52.000 votos), generales (73.000) y europeos (31.000). Guarismos nefastos que exigen la regeneración del proyecto desde el doble imperativo de renovar la dirección -lo que no excluye la integración en aras al debate interno- y de actualizar una propuesta ideológica coherente en cuya adhesión absoluta, ignorando cantos de sirena en forma de poltrona o prebenda, radica el único tratamiento que puede sacar al PSN de la UCI ante toda la confianza dilapidada por los gatillazos de 1996, 2007 y 2014. Ese día no llegará si no mantiene sus constantes vitales, lo que solo sucederá si se comporta como un partido vivo en unas primarias para el contraste programático y sin revanchas cainitas con siquiera dos candidaturas solventes en liza, a poder ser con las alubias aseguradas fuera de la política. Sin la sana confrontación democrática, el PSN demostrará estar muerto. Y enterrado.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
src="https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/statics/js/indexacion_Trebe.js">