La necesidad de precipitaciones en Navarra comienza a ser apremiante. Apenas ha llovido en todo el verano y en lo que llevamos de otoño –al menos hasta este fin de semana– y eso está pasando factura a los embalses de la Comunidad Foral. Un octubre extremadamente seco ha dejado el nivel del agua almacenada al 31%, menos de la mitad que el año pasado en estas mismas fechas (69,58%) y por debajo de la media de los últimos diez años (37,50%). La situación más delicada es la de Yesa, que se encuentra tan solo al 14%, una de las cifras más bajas que se recuerdan.
Según los datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), los embalses navarros acumulan 316 hectómetros cúbicos de agua en esta primera semana de noviembre y se encuentran al 31,01% de su capacidad. La reserva es muy inferior a la de hace justo un año (69,58%) y se explica por un año 2025 que hasta ahora está siendo especialmente caluroso y seco. Este fin de semana parece que las lluvias van a hacer acto de presencia en la Comunidad Foral y serán sin duda bien recibidas para paliar la complicada situación de los embalses.
Yesa, al 14%
El pantano de Yesa, el segundo más grande de Navarra, se encuentra tan solo al 14,77% de su capacidad con 66 hm3. La misma semana del año pasado estaba al 75,62% y la media de los últimos diez años es del 30,72%. El nivel más bajo del pantano se dio este jueves 6 de noviembre a las 21 horas, cuando se quedó en el 13,77%. Es uno de los registros más bajos de lo que va de siglo y es especialmente preocupante al tratarse ya del mes de noviembre.
La situación en el embalse de Itoiz, el más grande de la Comunidad Foral, es menos problemática. Tiene 175 hm3 de agua acumulada (un 41,97%), ligeramente por encima de la media de los últimos diez años (39,47%), aunque muy por debajo de los datos de 2024 en estas fechas (61,39%).
En cuanto al resto de pantanos, presentan situaciones muy variadas. Están padeciendo la sequía embalses como Alloz (34,85%), Irabia (35,71%) o Eugi (47,62%), que no llegan a la mitad de su volumen. Otros, como San Antón (80%), Añarbe (71,05%) o Nagore (60%), cuentan ya con mayores reservas.
Un octubre extremadamente seco
El bajo nivel de los embalses se explica por un año 2025 que, hasta octubre, está siendo extremadamente cálido y seco en Navarra. Con datos de la AEMET, la media ha sido de 14,8 grados, con una anomalía cálida positiva de +1,2 grados en lo que va de año. El porcentaje de precipitación se ha quedado hasta octubre en un 84%, con unos 601,7 litros/m2 en Navarra.
El mes de octubre de 2025 ha sido el séptimo más cálido desde 1961. Se ha tratado de un octubre muy seco, con tan solo un 54% de la precipitación normal. Las zonas más afectadas han sido las de Sartaguda y Buñuel, con tan solo un 15% de las lluvias de lo habitual.
El inicio del otoño ha seguido con la tendencia de este último verano, que ha sido el tercero más cálido y el 23 más seco desde 1961. En Pamplona, por ejemplo, hubo un déficit de casi 25 litros por metro cuadrado. Es cierto que la primavera fue extraordinaria, pero esas reservas ya han menguado y es necesario que regrese la lluvia para llenar de nuevo los embalses.
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