Un miembro del cuerpo técnico del Lech Poznan, que el jueves jugó en Vallecas, grabó un vídeo en la zona de vestuarios del estadio, riéndose y criticando lo “básico y primitivo” de las instalaciones. El presi del Rayo, Raúl Martín Presa, ha calificado el vídeo de “miserable”, lamentando que alguien “se ría de la humildad de otro”. Y lo que nos preguntamos es si eso debe quedar así, sin más, en vez de llegar a la UEFA y convertirse en una sanción para el club polaco. Si el organismo rector del fútbol europeo se harta de presumir de su defensa de valores como la deportividad y el respeto, ahí tiene la ocasión para castigar a quien no lo cumple. Como mínimo, al tipo que grabó el vídeo sin ocultar su rostro. Y ya otra cuestión distinta es que, más pronto que tarde, el fútbol español tendrá que reflexionar sobre su gran porcentaje de estadios vetustos, que se caen a pedazos. Porque, aunque fuera de manera ruin, el del vídeo no mentía.