Síguenos en redes sociales:

¿Y si Sánchez lo consigue?

Después de la abyecta legislatura de Rajoy la ciudadanía esperaba -así lo rubricó en las urnas- una nueva manera de hacer política basada en la cultura del pacto y el destierro de la corrupción. Como es imposible que el, por poco tiempo, líder del PP presentara estas credenciales en un debate de investidura, Pedro Sánchez ha dado un valiente paso adelante (que si le sale mal, con una implacable Susana Díaz al acecho, le costará su futuro político) con final incierto. Tras los habituales escarceos de las fuerzas que aspiran a integrar en diversos grados la alianza para un cambio progresista con los consabidos vetos, líneas rojas y vicepresidencias imposibles la sensatez y la coherencia se va abriendo paso en las negociaciones. La hoja de ruta de Sánchez queda definida con el documento programático hecho público ayer por el líder del PSOE. Un texto páginas nítidamente de izquierdas -lo que le exige su cada vez más mermada base electoral- pero sin concesiones al populismo. El candidato ha priorizado las propuestas sociales, las medidas de regeneración democrática y contra la corrupción y el desmontaje de la estructura legislativa ultraconservadora levantada por el PP para poder avanzar en las negociaciones y evitar arrancar con desencuentros irreparables. Al mismo tiempo aparca el debate sobre el modelo territorial y rebaja su planteamiento de reforma para convertir España en un Estado federal para un debate posterior. Con estos mimbres recogidos en un documento de 53 páginas en Ferraz reinaba ayer un indisimulado optimismo. Incluso desde Ciudadanos y Podemos (que siguen sin desterrar su veto mutuo) consideraban “fácil” el entendimiento tras este planteamiento. La buena sintonía y amplia confluencia de intereses con los destinatarios del programa llevaban a los dirigentes socialistas a asegurar anoche que “esto va bien y no hay obstáculos” para un acuerdo con Ciudadanos, IU y Compromís. Incluso ganaba cuerpo la filtración de que desde las grandes empresas del Ibex y desde el establishment financiero ya despuntan sibilinas presiones para que el PP deje gobernar a PSOE y Ciudadanos... ¿Y si Pedro Sánchez lo acaba logrando?