espero que no sea sólo cosa mía, pero voy percibiendo con una intensidad desconocida un creciente estrés digamos social. Una ansiedad generalizada exacerbada por la presión que soporta todo bípedo racional con esta existencia vertiginosa, de obligaciones insoslayables y autoexigencias sin límite, en cuyo tránsito nos hablamos poco y nos tocamos nada. A la pregunta de cómo responder al envilecimiento circundante, y al que cada quien hemos contribuido con total seguridad, he encontrado la respuesta gracias a terceros, en concreto a mis abrazantes. De hecho, me voy considerando un adicto al abrazo, cuando siempre fui más de estrechar manos, nunca con languidez por supuesto, o en su defecto de propinar castos besos, de los secos y sordos quede meridianamente claro, salvo con una persona en concreto. Les animo encarecidamente a dejarse atrapar por el efecto terapéutico del abrazo, aunque al inicio les guíe un intrínseco afán egoísta, a partir de la pura liberación fisiológica de oxitocina, serotonina y dopamina, un cóctel hormonal que procura bienestar en general y serenidad en particular. Si recibir el abrazo resulta una experiencia sanadora, dispensarlo también contribuye a la propia salud mental, pues en ese ejercicio de empático afecto los dos participantes evacúan al alimón angustias y soledades, venciendo miedos e insomnios, para a cambio ganar en confianza y seguridad mejorando los humores. Un fortalecimiento de la autoestima sobremanera apreciable en los niños abrazados en provecho de su desarrollo emocional. Constatados tantos pingües beneficios, se trata de acertar como abrazantes sutiles o contundentes según las circunstancias y el destinario, y siempre en silencio para no pervertir el íntimo momento, además de sin finiquitar el achuchón atizando esos golpes en la espalda tan característicos por estos lares y perfectamente interpretables como un ahí te quedas. Abracemos como, si al hacerlo, ganásemos un día de vida. Que dispensemos cada abrazo con el propósito de que perdure en el ser estrechado como si no lo fuéramos a ver más. Abrazos, amigas y amigos.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
src="https://www.noticiasdegipuzkoa.eus/statics/js/indexacion_Trebe.js">