el World Economic Forum calcula que en el año 2050 habrá en los mares más plástico que peces. Los utensilios de plástico se producen a partir de derivados del petróleo y suponen un enorme foco de contaminación. Un simple vaso tarda más de cien años en degradarse. Y en Sanfermines producimos muchos vasos y botellas de plástico, más de 75.000 kilos. Nos dicen que su reciclaje es imposible porque están sucios y mezclados con otros residuos, de forma que acaban en el vertedero de Aranguren casi por los siglos de los siglos. Así que en el Ayuntamiento se ha abierto un debate que promete tenernos entretenidos hasta el 6 de julio. La propuesta es sustituirlos por vasos reutilizables y ya han tenido lugar los primeros encuentros con los afectados, incluso no se descarta prohibir los vasos de plástico de usar y tirar en el bando municipal. Se pone como ejemplo la ciudad hermana de Baiona, donde nos llevan cuatro años de ventaja utilizando los vasos desechables con éxito.
En general, desde los implicados la propuesta se ve bien, pero es evidente que el problema no es solo de la hostelería sino que también tiene mucho que ver el botellón masivo sanferminero que, según algunos datos, genera el 80% de estos residuos. Por eso parece lógico que la solución sea global, con tiendas, supermercados y, en general, todos los que venden bebidas en San Fermín, que son muchos. Otros hosteleros que ya tienen experiencia en la utilización de los vasos reutilizables en las fiestas del Casco Viejo alertan de la dificultad de implantar esta medida de la noche a la mañana y reclaman una sustitución progresiva a medio plazo, con un tiempo de convivencia de ambos modelos. Personalmente creo que me costará adaptarme a los vasos reutilizables aunque soy consciente de que no va a quedar más remedio. Eso o sacar del armario la bota de las tres ZZZ.