El día que el portero Esparza subió a rematar un córner. Así podría pasar a los anales de la crónica política la jugada del líder regionalista con su acuerdo con el PP y Ciudadanos. Es cierto que a las primeras del cambio la naranja mecánica de Rivera le ha dejado en fuera de Fuero, pero nadie puede negar que la maniobra del de Aoiz -mucho mejor cancerbero que político hasta la fecha-, más allá de crear desconcierto en su hinchada y dudas en su propio equipo, es de manual futbolístico. Cuando vas perdiendo y el encuentro se te va, hay guardametas que asumen el riesgo de subir a rematar el último córner para crear superioridad numérica. Se trata de jugarse la eliminatoria al todo o nada. El problema es que dejas desprotegida tu portería y te pueden machacar al contraataque. De momento le salva que en el otro lado del campo el esquema de juego anda disperso. Algunos se empeñan en liarse con el balón en el área pequeña municipal dando vueltas al banderín del corner izquierdo sin levantar la cabeza ni hacer cuentas. No sé si Navarra sumará o no, pero lo mismo sale de esa esquina un Iruña resta... Geroa Bai y Bildu, bien plantados en sus zonas del campo, pero sin capacidad de lograr una mayoría por sí solos. I-E, desdoblando por su banda a Podemos, que llega desinflado con el vestuario revuelto... Se echa de menos a esos centrocampistas que mueven los equipos corriendo kilómetros parlamentarios sin buscar protagonismo. Y también visión de juego. A ver qué pasa en el partido de ida del 28-A. Siempre queda la vuelta del 26-M, pero remontar es complejo. ¿El PSN? No entra en esta alineación porque nunca sabes si va a chutar en la portería izquierda o en la derecha, aunque esta vez es posible que tenga el balón... Ya se verá. En cualquier caso, como con Osasuna, aquí hay dos cuestiones claras. En primer lugar, ya decía Zabalza que cuando nos confiamos somos muy malos. En segundo, que el público será determinante. La afición siempre suele estar por encima de presidentes, entrenadores y jugadores. Que nadie se quede sin bajar a El Sadar esos días... Luego que gane el mejor, pero que los ultras no vuelvan a las gradas políticas ni decidan la liga. Eso sí sería un gol a la democracia. Aún hay partido y se decidirá en el tiempo suplementario.