nafarroa Bai surgió en 2004 en un contexto político en el que Batasuna estaba ilegalizada. Aralar, Eusko Alkartasuna, PNV y Batzarre tuvieron la audacia para crear un proyecto electoral que terminara con la frustración que suponía para ese amplio espacio político no obtener representación en el Congreso al concurrir por separado. La coalición fue un éxito, entre otras razones porque a la suma de cuatro partidos se añadió la presencia de independientes encabezados por Uxue Barkos. NaBai consiguió sendos escaños en las elecciones generales de 2004 y 2008, se convirtió en la segunda fuerza en Navarra en 2007, provocó la ruptura entre UPN -que prefirió pasar a entenderse con el PSN pensando que esa alianza sería ganadora- y PP, y fue la semilla sin la cual el histórico cambio político de 2015 no se hubiera producido. Con el regreso de la izquierda soberanista a las instituciones, el camino de NaBai llegó a su final, pero sin descartar que fuera un hasta luego.

Barkos ofreció ayer a los protagonistas del cambio recuperar una nueva versión de Nafarroa Bai en formato ampliado. Podemos e Izquierda-Ezkerra, con un acuerdo cerrado para presentarse juntos, rechazaron la invitación. Sin embargo, EH Bildu, donde residen actores destacados de la historia de NaBai como Aralar y EA, no cerró la puerta al entendimiento.

A día de hoy, Geroa Bai y EH Bildu no tienen fácil contar con un diputado en Madrid si van cada uno por su cuenta. Por el contrario, si sellan una alianza y dan con un buen candidato, tendrían muchas opciones de ser la segunda lista más votada en Navarra e incluso la primera si UPN y PP no repiten el pacto que han mantenido a fuego desde 1991, por encima de los desplantes e incluso episodios de deslealtad que en los últimos años han protagonizado los regionalistas con los populares. Además, un resultado óptimo de Geroa Bai y EH Bildu el 28 de abril sería el mejor espaldarazo con vistas a la contienda electoral del 26 de mayo.