Navarra es la comunidad con mejores servicios sanitarios, según el último informe de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. A Navarra le sigue la CAV y tras el resto de territorios vascos Aragón y Asturias. No es nueva esta alta valoración del sistema sanitario público de Navarra, que además coincide con la puesta en marcha de la Red de Atención Temprana de Navarra, dirigida a niñas y niños de 0 a 6 años con alteraciones o trastornos en su desarrollo o en riesgo de padecerlo. La última encuesta sobre la valoración de la sociedad navarra del nivel y calidad de las prestaciones de atención sanitaria del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea del pasado abril mantenía un nivel muy alto de satisfacción sobre el funcionamiento de este servicio público. La sanidad navarra ha liderado desde hace décadas en el Estado el reconocimiento de los pacientes y familiares en factores como la competencia profesional del personal sanitario, el trato recibido y el confort, y ahora, tras la progresiva reversión de los recortes y privatizaciones llevados a cabo por UPN, los índices sobre satisfacción y necesidades de mejora siguen situándose en valores altamente positivos en todas las áreas de la sanidad. Este nuevo informe que valora la realidad sanitaria en el conjunto del estado es otro ejemplo de que pese al ruido político partidista y de ataques exagerados e injustificados contra el servicio público de la sanidad navarra, el sistema funciona y presta servicios de atención a la salud de alta calidad. Es cierto que un sistema público de sanidad con el nivel y la calidad de prestaciones como el de Navarra tiene cuestiones y seguramente no pocas que mejorar y adecuar a las nuevas demandas y necesidades de la sociedad en el ámbito de la salud, pero es también evidente que la situación de sus profesionales y la atención a los pacientes está en la mayor parte de los casos muy por encima de la media del Estado. La sanidad pública, al igual que la educación, la atención social o la dependencia y la atención a los menores y mayores, son pilares básicos del Estado de Bienestar de la Navarra actual, un modelo de convivencia y cohesión social que exige la participación solidaria del conjunto de navarros y navarras. Es un ejemplo más de que la voluntad en positivo de una sociedad está muy por encima de los discursos negativos de parte de la oposición y de una parte de las viejas elites conservadoras que tratan de imponer una visión economicista y privatizadora de la sanidad pública a la calidad social y humana de esa atención sanitaria.