on un palpable descenso en los últimos días en el número de contagios y de fallecidos, Navarra se adentra hoy en la fase 1. La Comunidad avanza en este contenido proceso de desescalada, fruto de haber afrontado con eficacia sanitaria y disciplina ciudadana el largo periodo de confinamiento. Desde que el pasado 29 de febrero el Gobierno foral informara del primer caso detectado, los navarros han dado una buena respuesta a todas las limitaciones planteadas y han puesto lo mejor de su ánimo -y hasta de su ingenio- para intentar superar la cuarentena (al final fueron 50 días) obligada por la epidemia. No ha sido fácil; son centenares las familias que han sufrido en sus carnes la tragedia de ver cómo una persona allegada era ingresada y fallecía sin poder tener la cercanía de sus seres queridos en esos momentos. El drama proseguía con un sepelio restringido. Sin duda sigue siendo la parte más dura de este periodo que ha puesto a todos a prueba. Sobre todo a la red sanitaria y a sus profesionales, que han dado una respuesta valiente en los momentos de más tensión ante el incremento de contagios y con las UCI acercándose al número de las 120 plazas disponibles. El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, Fernando Simón, ya elogió al Sistema Navarro de Salud cuando el viernes analizó el paso a la fase 1 de las diferentes comunidades. Es algo de lo que todos debemos felicitarnos. Y si ha habido alguna dificultad, será bueno tenerla en cuenta y aportar soluciones para que, en caso de rebrote o de otra posible pandemia, este protocolizado y previsto con tiempo. Esta experiencia debe servir también para mejorar. Desde hoy, algunas normas sociales y actividades económicas se van flexibilizando, continuación de las puestas ya en marcha la pasada semana. Los navarros, por su carácter, añoran las reuniones en grupo: el proceso de desescalada lo permite, de manera restringida, desde hoy. No está de más apelar a la prudencia de la ciudadanía para no convertir un hábito social en una bomba de virus que dé marcha atrás a todo lo avanzado. Las recomendaciones difundidas ayer por el Gobierno de Navarra son una buena guía para seguir caminando seguros. La nueva normalidad es una prueba para recuperar la normalidad que todos echamos en falta.