rabajo y vivienda son dos factores de socialización importantes y básicos en cualquier proyecto de vida. Una persona sin un empleo y sin techo propio acaba siendo un ciudadano de segunda categoría o con un amplio déficit de integración. La vivienda es un pilar básico de la ciudadanía. Navarra rozaba niveles de pleno empleo técnico en los parámetros de este siglo XXI antes de la irrupción de la pandemia del covid-19. De hecho, era en ese momento la comunidad con menor tasa de paro. Sin embargo, las consecuencias socioeconómicas de la crisis sanitaria, con el parón de la actividad en prácticamente todos los sectores de la economía, ha obligado al actual Gobierno de Navarra a poner en marcha toda la capacidad legislativa propia para garantizar el cumplimiento del derecho constitucional de acceso a una vivienda digna a todo ciudadano. El vicepresidente José Mari Aierdi dio cuenta ayer en el Parlamento de Navarra de las medidas adoptadas y aseguró que "ninguna persona con derecho a recibir ayuda existente en vivienda ha sufrido merma en su percepción". Entre otras cuestiones con ayudas al alquiler protegido y a familias promotoras de proyectos de rehabilitación pendientes de subvención. Es decir, el Gobierno ha posibilitado el cumplimiento de ese derecho social a todas aquellas navarras y navarros que lo han necesitado en esta situación excepcional. De hecho, Navarra ha ido avanzando desde 2013 -pese a los recursos de UPN y PP-, en una de las políticas sociales de vivienda avanzadas del Estado, aunque aún quede camino en comparación con otras regiones de la UE. En este sentido, Aierdi reiteró las bases que marcan las prioridades en vivienda: ganar en cohesión social, igualdad y sostenibilidad y aprovechar también la oportunidad de ver los territorios rurales como un espacio más seguro de vida y de convivencia. El sector de la construcción es un elemento clave del PIB de Navarra, tanto por su capacidad económica como por el alcance del empleo, se trata de esa aportación coincida con las posibilidades y necesidades de la sociedad navarra en unos momentos en el que el devenir económico y laboral es incierto. Y de hacerlo desde la capacidad de compaginar los intereses generales y los intereses privados para que el resultado sea un sostén clave del bien común de Navarra. Lo importante es que el Gobierno de Navarra, en colaboración con las entidades locales y la iniciativa empresarial, mantenga este impulso para abordar una política de vivienda efectiva, integral y social.