a economía navarra continúa sufriendo los duros efectos de la pandemia de covid-19 un año después del inicio de una emergencia sanitaria cuyas consecuencias personales, sociales y económicas perdurarán aún durante un largo tiempo. El PIB de Navarra se contrajo medio punto en el primer trimestre de 2021. Un mal dato que muestra los efectos de una tercera ola - anterior a la actual cuarta ola- demoledora en términos sanitarios y económicos en toda Europa. Con este dato, similar a la media española, la economía navarra sigue todavía por debajo del umbral del primer trimestre de 2020, que comprende 15 días de confinamiento estricto. Cae un 2,2% respecto a aquel periodo, un descenso inferior esta vez al que se ha registrado en el conjunto del Estado, donde cae un 4,3%. Situados en contexto, estos datos tienen, pese a resultar escasos, componentes positivos que apuntan a que, con todas las dificultades del momento, se está en el camino correcto hacia una recuperación para cuya consolidación será en todo caso necesaria la concurrencia de diversos factores. Todos los indicadores de la covid-19, con las cifras de contagios diarios así como de la tasa de incidencia del virus y una importante presión hospitalaria, indican que Navarra sostiene pese a todo un nivel de incidencia económica positiva a la espera de la resolución progresiva de los efectos sociales, sanitarios y económicos del coronavirus. A lo largo de todos estos doce meses de pandemia ha quedado acreditada la correlación directa entre la incidencia del virus y su repercusión económica, tanto debido al escenario general de parón de la actividad como por las medidas restrictivas adoptadas para frenar los contagios. Porque solo mediante la generación de actividad podrá crearse riqueza y empleo que tiren de la recaudación y ofrezcan un escenario de estabilidad y bienestar. De ahí la importancia de alcanzar cuanto antes la denominada inmunidad de rebaño mediante la vacunación masiva de la población. Un aspecto que está ofreciendo síntomas muy preocupantes ante la dependencia de factores externos como los suministros de las farmacéuticas y los parones en los planes de inmunización ante las dudas sin duda, exageradas sobre algunos inyectables. Mientras, solo cabe perseverar en un camino de tendencia equilibrada que, más temprano que tarde, dará sus frutos.