Grupo Noticias celebró ayer la segunda edición de los Hitz Sariak Premios Palabra, galardón nacido con el objetivo de ensalzar el compromiso, el esfuerzo y la fiabilidad de las personas que se han hecho acreedoras al mismo, como ejemplo de un modo de entender las relaciones sociales, económicas, políticas; en definitiva, humanas. Vivimos tiempos en los que la palabra, ni en su componente de mecanismo de entendimiento, ni en su vertiente de compromiso fiable entre diferentes, se sitúa en el centro de las iniciativas.

La coerción, la violencia incluso, han sustituido al reconocimiento del diferente. La manipulación del lenguaje, el utilitarismo de los mensajes despojados de veracidad marcan demasiados ejercicios de política y relaciones sociales con la premisa de que la influencia que se obtiene mediante ellos, justifica los excesos de los que se acompañan. Hitz Sariak Premios Palabra es el modo en que Grupo Noticias reniega de esa tendencia y reclama la palabra, la dada y la utilizada como medio de encuentro, para construir una relación de mutuo reconocimiento, de igualdad y de compromiso con valores cuya ausencia es un ataque a la estabilidad social en democracia. En su segunda edición, tres mujeres y dos hombres encarnan el valor de la palabra en todas sus acepciones. Desde la voluntad de transformar, mediante el emprendizaje y el esfuerzo propio, al compromiso con las raíces culturales y su proyección y mestizaje en convivencia; desde la construcción de referentes capaces de influir en el devenir colectivo reforzando los valores democráticos, a la superación personal y colectiva como emblema de que otra realidad es posible con esfuerzo, con compromiso y con la voluntad de proyectar ejemplos en primera persona, lejos de la retórica.

Cada cual en su ámbito, en su experiencia y con su ejemplo, esos valores están plenamente representados en los galardonados de este año. Ane Fernández de Arbina, María Bayo, Edurne Pasaban, John Garamendi y Kepa Junkera son los nombres que este año Grupo Noticias quiere aplaudir públicamente. Son oasis refrescantes en medio del riesgo de caer en un estado de ánimo desértico de principios; referentes de dimensión que trasciende el marco de Euskal Herria y que la proyecta al exterior. Han abierto paso para la palabra y son ejemplo de su valor.