Lo del tema de jubilaciones y prejubilaciones debería de ser personalizado y actuar en cada caso de la forma oportuna. No se puede fastidiar a una persona que lleve trabajando, cotizando ininterrumpidamente durante, por ejemplo, 33 años, incluso sin saber lo qué es una baja laboral (que hay muchos casos, aunque cada vez menos) y a este tipo de trabajadores lo más lógico sería premiarle con que se jubilara cuando le diera la gana, sin límite de edad, que ya ha cumplido de sobra con la sociedad y, de paso, dejar su puesto a una persona en paro. En el caso de muchos holgazanes, conocidos por todos, que aunque en su día tuvieron oportunidad de trabajar y, por una cuestión u otra, se dieron a la vagancia, ahí es donde hay que tomar las medidas oportunas. Y a los que por mala suerte no han tenido la suerte de poder trabajar, (¡ojo! no es lo mismo poder que querer), pues que se tome la medida oportuna en cada caso. Insisto, se debería personalizar cada caso y no generalizar, puesto que unos salen beneficiados y otros castigados. Las leyes se generalizan. Ese es el mayor error.