Ya quedan pocos huecos en el espacio audible sin rellenar. Una nueva y mala costumbre se está enseñorando de las redes de radio, televisión e incluso en las películas. Y es que, en un afán de adorno acústico, ponen música de fondo mientras emiten su mensaje. Queremos oír lo que dicen. Esa música entorpece la audición. Estamos pasando de la transparencia del mensaje al adorno auditivo.