Desde hace años se empezó a movilizar un sentimiento de adopción de personas saharauis y marroquíes y hoy en día Aoiz acoge a un sin número de estos migrantes, tanto en familias como institucionalmente; y ellos (y ellas) son agradecidos y, para el aperitivo después del cohete de fiestas, uno de ellos, que llegó en uno de esos barcos que no los quiere recepcionar nadie ha traído una tarta eleborada por el en agradecimiento a todo el pueblo.

Gracias Aoiz y que les vaya bien a todas estas personas que luchan por sobrevivir.