Después de días luchando contra la pandemia con las pocas armas que tenemos la ciudadanía (confinamiento y responsabilidad) y la crisis económica que todos los estamentos nos auguran, debemos pensar cómo actuar frente a ella.

Otra crisis económica, y ya van dos en poco tiempo.

Ante la anterior crisis económica -financiera muchos expertos, políticos y analistas varios nos dijeron que habíamos vivido "por encima de nuestras posibilidades"€€.ante esta que proviene de una crisis sanitaria, no sé que dirán, pero si estoy seguro que ninguno de estos analistas€.pondrán el sistema económico en entredicho.

Puede qué ante una mirada pragmática de la situación, una de las posibilidades a tener en cuenta es que este sistema neoliberal no funciona por lo tanto ponerlo en tela de juicio con argumentos consistentes proponiendo una alternativa distinta a la actual, es una posibilidad.

La ciudadanía en la anterior crisis salió más pobre económicamente junto con una disminución de libertades, derechos y servicios ciudadanos.

Si hemos visto y aprendido algo de la anterior crisis es que las medidas que se tomaron para paliarla no fueron eficaces para la mayoría de la población ya que fue un robo social para el beneficio de ciertos sectores.

Hemos visto día a día a los trabajadores de la sanidad como se parten la vida para poder atajar esta pandemia, observando la falta de medios materiales para protegerse ante el virus.

El neoliberalismo está reñido con la justicia social, lo vimos en la anterior crisis y hemos llegado a la actual por las medidas generadas en estos años de prevalencia económica neoliberal.

El factor determinante ha sido el virus, pero este virus ha actuado ante un cuerpo social tocado por las privatizaciones en distintos campos como la sanidad y las políticas sociales en las que podemos encuadrar el negocio y la gestión de las residencias de ancianos.

Nos hablan de unos pactos "entre todos" para poder hacer frente al futuro desolador que nos pintan.

Recordar los Pactos de la Moncloa con lo que representaron a nivel social, es para definirlo como masoquismo.

Los Pactos de la Moncloa fueron el comienzo de una desmovilización por parte de algunos sectores progresistas. Los beneficiarios de ellos fueron los grupos que representaban la sociología franquista y el capital.

Bien es verdad que se ha acabado con esa terminología (Pactos de la Moncloa II) y se habla de reuniones con todos los agentes sociales para construir una salida a la situación que se avecina.

Primeramente tendremos que definir hacia donde queremos ir.

Estamos en este punto de salida, pero los intereses de unos y de otros NO SON LOS MISMOS.

Definamos hacia donde queremos ir, como queremos llegar y veremos quien quiere participar.

Una vez visto quien quiere participar comencemos a trabajar para llegar a una meta con objetivos a corto, media y largo plazo.

El actual gobierno tiene la capacidad y el derecho de proponer unas medidas que serían el embrión de un futuro plan común en el que las aportaciones de otros grupos políticos y sociales tengan cabida remando en la dirección que se hubiera acordado.

Ciertos grupos políticos empresariales y mediáticos, al actual gobierno le han atacado desde antes de nacer. En el mes de diciembre (2019) al actual presidente se le dijo de todo y a los teóricos coaligados algo más. Se ponía en tela de juicio el carácter democrático del futuro gobierno, no importaba que harían, sino quienes estaban. Se atacaba directamente a unas políticas de futuro fueran las que fueran.

Con un bagaje de dos meses de gobierno y ninguna cortesía por parte de la oposición aparece el coronavirus.

EL gobierno no tiene un protocolo claro de actuación, se toman medidas día a día en función de las características de la epidemia y lógicamente con los medios que se posee.

Desde el comienzo de la epidemia la oposición y sus adláteres realizan un ataque sin cuartel al gobierno.

No aportan ideas, responsabilizan al gobierno del déficit sanitario que existe en el estado y del mal funcionamiento de las residencias de ancianos en las cuales se está cebando el virus, todo esto cuando llevaban dos meses en el gobierno.

La punta de lanza de esta situación es la comunidad de Madrid, comunidad que tiene transferidas las políticas de sanidad y asuntos sociales donde se encuadran las residencias de ancianos. El déficit sanitario así como la gestión de las residencias de ancianos es palpable. Este déficit en numero de camas, numero de camas en UCIS, personal sanitario es consecuencia directa de las políticas neoliberales de privatización llevadas acabo por el gobierno de la comunidad de Madrid y respaldado por los anteriores gobiernos del P.P.

En ningún momento la actual oposición al gobierno central o el gobierno de la Comunidad de Madrid se sienten responsables de las políticas realizadas estos últimos años habiendo dejado maltrecha la sanidad pública y realizando unas inspecciones no eficaces en las residencias de ancianos.

Toda la actividad política de la oposición se centra en atacar al gobierno actual con un fin claro la caída del gobierno.

No se ha visto en ningún país europeo una actuación de la oposición ante la crisis del coronavirus con estas formas. Medidas tomadas por gobiernos europeos aquí hubieran sido tildadas por la oposición y sus voceros como golpes de estado bolcheviques.

Con estas mimbres no sé a qué pactos se puede llegar con ciertos grupos políticos y de poder.

Por ello hay que definir claramente hacia donde se quiere ir y quien quiere participar en políticas basadas en los derechos humanos, en la justicia social, mejorando estamentos públicos como la sanidad, educación, servicios sociales€..dotándolos de medios técnicos, humanos y económicos con políticas públicas y presupuestos dignos. Es momento de unión de las fuerzas progresistas para realizar políticas eficaces para la ciudadanía y poner las bases camino a un futuro de justicia social.

Las políticas neoliberales nos han traído hasta aquí, el dios mercado en esta crisis no solo nos va hacer más pobres (si lo permitimos) sino que como consecuencia de las privatizaciones basadas en su busca de negocio nos está dejando un reguero de muertes, desolación y tristeza.

Un gobierno de progreso generando políticas encaminadas al bienestar de la ciudadanía es la base para generar un futuro digno y el comienzo puede ser CONFINAR AL NEOLIBERALISMO.