Hay muchas razones para leer un libro, tantas como momentos, personas, estados de ánimo... y cada una diferente y todas buenas. Los libros son uno de los mejores compañeros de viaje, de los que dan compañía y te quitan la soledad; te permiten soñar, vivir, amar, sufrir, reír, aprender, conocer, desconectar... Con ellos puedes detener el tiempo, viajar al pasado o imaginar el futuro. Puedes meterte en la piel de otras personas para vivir sus vidas y puedes llegar a conocerte mucho mejor a ti misma si la lectura la encaminas hacia tu interior. Existen libros para cuando estás de subida y otros para cuando toca la bajada. Hay autores y autoras que escriben y construyen historias como si fueran el mejor refugio en el que pasar las horas ajenos a las tempestades de la realidad. Libros para vivir y libros para soñar; leer como un ejercicio sano y necesario para nuestro bienestar, para nuestra mente. Atreverte a correr el riesgo de asomarte a ese mundo que vas descubriendo palabra a palabra, donde todo o nada puede pasar; un mundo que cobra vida real si llega a las manos de los lectores y lectoras. Hoy los libros nos salen de nuevo al paso en las calles para recordarnos que sin ellos la vida sería mucho más aburrida, que leer es sencillo y placentero, uno de esos placeres cotidianos que por unos pocos euros, e incluso gratis, nadie debería perderse.