ainhoa Arteta se ha quemado y mucho. Y le costará curar la herida. Fue una de la voces que más alto habló para defender a Plácido Domingo cuando saltaron a la luz los abusos denunciados por casi treinta mujeres, compañeras de profesión de la soprano vasca: "Sé que no es un acosador, pondría la mano en el fuego". Si al final la puso, se quemó. No sé que es mas triste y que provoca más rechazo, si quienes acosan abusando de su cargo o quienes miran para otro lado poniendo el foco de la culpa en las víctimas. Demasiadas veces ante un tema de acoso laboral, el que sufren mujeres en casi todas la profesiones en general, pero en el mundo del cine, la música y el espectáculo en particular, se intenta desviar el tema hablando de piropos y flirteo, dando alas a este tipo de hombres que abusan, sabedores de que su poder les protege. Hombres que se sienten seguros porque saben que el miedo es a veces más fuerte que la verdad. Pero siempre hay mujeres valientes, que deciden dar el paso por muy duras que sean las consecuencias. Ahora, después de meses de verse cuestionadas, era su palabra o la del gran tenor, la justicia les ha dado la razón en sus denuncias: fueron acosadas por Plácido Domingo, el mismo que seguía figurando en los carteles de algunos de los teatros estatales como si no pasara nada. Ahora cancelan. Claro que pasó, y mucho. Mal asunto no creer a las víctimas.