El grupo Iruña Taldea estrena hoy la dantza Euskal Herrian euskarazEuskal Herrian euskaraz, que pone movimiento a la popular pieza de Oskorri. Hoy a las 13.00 horas en la calle Mercaderes, un homenaje a esta lengua navarra. Euskera en positivo. Aún me siguen emocionando estas apuestas por impulsar, apoyar y defender la normalización del euskera y todo el bagage cultural que acumula consigo de siglos atrás. Es la continuidad en este siglo XXI de ese boca a oreja que han transmitido durante generaciones padres y madres a hijos e hijas que ha mantenido viva una lengua que el tiempo y la persecución fue convirtiendo en minorizada pese a ser la lengua de la gran mayoría de los navarros y navarras durante cientos de años. Me emocionan estas apuestas populares porque superan con creces en su valor humanista a los desaires y ataques injustos -y muchas veces ilegales-, que sigue sufriendo el euskera desde la ignorancia y el fanatismo. Uno de los problemas que todavía arrastra la convivencia en España es que durante mucho tiempo se ha cultivado el alarde de ignorancia y el fanatismo como valores. Los viejos, o no tan viejos, eslóganes tipo ¡qué muera la inteligencia!, ¡que inventen otros! o el más auténtico de todospara describir ese estado de ánimo que aún anida en una parte de la sociedad, ¡que vivan las cadenas!. Este baile de Iruña Taldea es otro mundo afortunadamente para el euskera y para Navarra. Actos y propuestas similares se vivirán hoy en toda la geografía navarra. Porque hoy precisamente, 3 de diciembre, Navarra celebra el Día del Euskera -también Día de Navarra y Día de las Personas con Discapacidad-, desde 1949 por iniciativa de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza, una coincidencia que tiene que ver con que este día la Iglesia católica celebra también la festividad de san Francisco de Javier, copatrono de Navarra, euskaldun y navarro. Una conmemoración reivindicativa necesaria. Más aún en Navarra, donde a pesar de los avances y protección de los organismos internacionales, UPN, PP y en ocasiones también el PSN siguen empeñados en poner palos políticos en la rueda de los avances hacia su normalización social e institucional. El euskera ha evitado gracias al esfuerzo de la sociedad navarra su desaparición en un pequeño espacio de tiempo hasta el punto de que hoy está presente en la vida de decenas de miles de personas. Y ello pese a la falta de un consenso político necesario en una cuestión en la que está en juego una buena parte del legado cultural y humano histórico de Navarra. Quienes se empeñan en hacen bandera política partidista o sindical de su desprestigio y discriminación se describen como tales a sí mismos. Maya acaba de rebautizar como Plaza de la Constitución a la Plaza de Baluarte para reivindicar la Carta Magna del 78, según dice. Podía empezar Maya por reivindicar también al artículo 3 de esa misma Constitución que incumple sistemáticamente. Al igual que la ordenanza sobre el euskera de la ciudad de la que es alcalde o la normativa europea sobre lenguas minorizadas o los informes del Consejo de Europa. La protección de las lengias cooficiales es una obligación y tarea institucional. Afortunadamente y pese a insidias y falsedades, el euskera avanza en positivo en la sociedad navarra. Queda mucho por hacer, pero, en efecto, Navarra no se entiende sin el euskera.