a guerra es cosa de hombres. Sin duda. Las guerras son el mayor exponente de una organización patriarcal y el belicismo de una cultura masculina y machista. ¿Alguien pensaba que en pleno siglo XXI iba resurgir el macho primitivo dispuesto a invadir el territorio de al lado porque se siente amenazado? Pues así es. El hombre que cabalga con el torso desnudo, que doblega al tigre siberiano, entrena a rugby siberiano, es cinturón negro de judo, pilota autos de Fórmula 1 y se monta a bordo de un avión de combate, el ex agente de la KGB encarna sin duda la esencia del macho alfa en política. También ayer el líder norcoreano Kim Jong-un mostraba ayer todo su poderío confirmando el lanzamiento del misil más potente de su historia. Cerebros bajo el impulso de la testosterona. Cada guerra despierta al macho alfa que lucha para proteger o ampliar su territorio. Desde el Neolítico hasta ahora, solo que ahora se utiliza misiles. ¿O no se acuerdan en Irak de Bush vestido de camuflaje y el general norteamericano Schwarzkopf? ¿Han visto muchas mujeres al frente del Ejército ruso o ucraniano, en las mesas de negociación durante la guerra o en los mandos políticos o militares de la OTAN? ¿No será que las mujeres no consideran la violencia como una solución y son capaces de llegar a un entendimiento? En Ucrania la ley marcial establece que los hombres de 18 a 60 años deben quedarse a combatir mientras las mujeres huyen con los niños en brazos, encargadas de asegurar la supervivencia cotidiana y de reforzar el estereotipo de mujer cuidadora. Por cierto, mujeres que eran ministras, profesoras, periodistas, empresarias, mujeres con diferentes ideologías... y que ahora se ven obligadas a marcharse con miedo, con trauma, dejando atrás a familiares o sin haberlos podido enterrar... Ellos al frente, a la heroicidad, a la violencia y seguramente también al alcohol para soportar el dolor. Ya lo decía Einstein, no sabemos con qué armas se peleará la tercera guerra mundial pero la cuarta será con palos y piedras. Y la mujer, pues de vuelta a la caverna.