El pelo es una de las partes del cuerpo que hombres y mujeres cuidan con más esmero y preocupación. Su estética y en muchos casos su ausencia por encima del cuero cabelludo genera incluso problemas de autoestima, inseguridad o vergüenza. Y en muchas ocasiones unos gastos que rayan lo suntuoso, impulsan una industria que mueve miles de millones y que muchas veces venden panaceas ciertamente ineficaces a precios de oro. Ahora un equipo de investigadores de la Universidad de Nueva York ha dado un paso más sobre el origen de otra de las preocupaciones capilares, las canas, una cualidad del cabello que, en todo caso, aparece con el lógico envejecimiento del ser humano. El estudio ha durado una década y señala que son provocadas por una especie de atasco de las células responsables de la pigmentación que impiden la coloración del cabello con el paso del tiempo. Todo ello en una época en la que los tintes están en auge para enmascarar el paso de los años. Porque ahora se está imponiendo la moda de la cana es bella y son legión quienes, de ambos sexos, se cambian a la tendencia del pelo blanco como solución a sus problemas capilares o como opción estética práctica, cómoda y glamurosa. Yo me lo estoy planteando pero, de momento, sigo con mi rubio platino.