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Mesa de Redacción

Alicia Ezker

Mensajes al descubierto

Mensajes al descubiertoFreepik

Hay una película de Álex de la Iglesia, Perfectos desconocidos, también tiene su versión francesa, Le jeu, en la que un grupo de amigos y amigas se juntan para cenar y deciden que todos colocarán sus móviles en la mesa con la condición de leer en voz alta los mensajes y atender las llamadas que reciban durante la cena.

Parece algo sencillo, divertido incluso, pero pronto se descubre que el juego no es una buena idea, que todos y todas tienen mucho que esconder al resto. Que la fiesta va a acabar mal. Y acaba. Creo que lo mismo pasaría en muchas mesas de repetirse la propuesta. Tendemos a creer que lo que está en el móvil se queda en el móvil, que lo que se comparte en una conversación solo lo va a leer esa persona. Pero no. Lo que mandas, lo que compartes, lo que subes, lo que hablas, todo deja de pertenecerte solo a ti. Hoy en día nada es privado, aunque lo parezca. Y menos si el teléfono que manejas es de empresa o de un organismo público. Pienso en esta película leyendo ese mensaje que Mazón le envía a Feijóo la noche de la Dana “Un puto desastre va a ser esto presi”, le escribe el entonces presidente valenciano al Líder del PP. Como si fueran dos colegas.

“Estamos desbordados, no sabemos lo que está pasando realmente” dice después de estar desaparecido toda la tarde en lugar de estar al frente de lo que ya horas antes era una catástrofe. Ellos se los escribían en privado, para que todo quedara en casa. Pero sus mensajes han acabado siendo públicos al ser enviados a la jueza que investiga la gestión de la Dana y ahí quedan, al descubierto, con sus mentiras y su nefasta gestión, como los amigos de la peli, como perfectos conocidos.