Obsesión, según la RAE: “idea fija o recurrente que condiciona una determinada actitud”. Según esta definición, UPN de la Cendea de Cizur -¿y de toda Navarra?- tiene una obsesión: el euskara. Cronología de su obsesión en la Cendea de Cizur.

1) Abandonar la zona mixta. Abril 2017. Acuerdo municipal (solo con los votos de UPN) para que la Cendea de Cizur abandone la zona mixta pasando a la de solo lengua española. Varapalo del Defensor del Pueblo. Varapalo del Parlamento. Oposición de 7 de los 8 concejos. Resumen de la excursión, un ridículo inútil.

2) Nada de euskera en la escuela 0-3 años. Marzo 2018. Petición reiterada durante años por parte de Geroa Bai y Erreniega para que en la escuela se añada el euskera como idioma vehicular. “No hay demanda suficiente” repite UPN una y otra vez. Encuesta por parte del Ayuntamiento a las familias: el 32,5% de las respuestas desean matricular a sus hijos e hijas en euskera solo o con otro idioma (castellano o inglés). Decisión de UPN: no se les hablará en euskera a los muetes.

3) Ningún puesto de la plantilla del Ayuntamiento con perfil lingüístico en euskera. Las plantillas orgánicas del Ayuntamiento de la Cendea de 2016, 2017, 2018 y 2019 han sido presentadas con perfil lingüístico únicamente del castellano para todos los puestos, desoyendo nuestras reiteradas peticiones de la necesidad de habilitar algún puesto con perfil en euskera y así dar cumplimiento a la Ley Foral 19/1986, al Decreto Foral 29/2003 y a la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo 590/2004 del Tribunal Superior de Justicia de Navarra las cuales afirman que en la zona mixta “tiene que garantizarse a sus ciudadanos vasco parlantes el derecho a relacionarse con dicha administración en euskera”. ¡UPN cumpliendo las leyes!

4) Recursos de Erreniega de las plantillas de los años 2016, 2017, 2018 y 2019. Resoluciones del TAN (Tribunal Administrativo de Navarra) rechazando el proceder de UPN que excluye el euskera de las plantillas de 2016, 17 y 18.

5) A UPN no le gustan las sentencias del TAN. Acuden al Juzgado Contencioso Administrativo de Pamplona. Nuevo varapalo. Sentencia 154/2018 del 9 de julio “?el Consistorio no tiene una mera facultad potestativa o voluntaria de establecer la valoración del mérito del conocimiento del euskera, sino por el contrario, una obligación en función del perfil de cada puesto para salvaguardar suficientemente con ello el derecho de los ciudadanos de dirigirse a la administración en dicha lengua, y que además debe recogerse en la plantilla orgánica”. ¡Toma ya carrasclás!

6) ¿Pararon aquí? Ya sé que os sorprenderá, pero no.

7) UPN recurre nuevamente, ahora a una instancia superior, al Tribunal Superior de Justicia de Navarra. Pero para perder nuevamente. Sentencia 430/2018 de 19 de diciembre de 2018. La Sala se pronuncia con rotundidad y dedica unas cuantas perlas a UPN: “?que olvida que es un municipio ubicado en la zona mixta, y que por tanto tiene que garantizar a sus ciudadanos vascoparlantes el derecho a relacionarse con dicha administración en euskera” .Y añade, “es decir, lo que no es admisible es que ningún puesto de un ayuntamiento de la zona mixta tenga perfil lingüístico en euskera?”. ¡Ah!, y por si fuera poco condena a costas al Ayuntamiento. Tiene que pagar a sus abogados y procuradores, y a los nuestros.

8) UPN contumaz. Pues a pesar de todo ello en el pleno de 13 de febrero de 2019, UPN plantea dos puestos laborales “estableciendo el euskera y otras lenguas habladas en el municipio como méritos”. Es decir, nuevamente no acepta ninguna plaza con perfil lingüístico en euskera. Y seguro que ustedes entienden bien la jugada. Si una plaza no se convoca con perfil lingüístico de euskera y solo se valora como mérito, la puede obtener un opositor con mayor puntuación pero sin saber euskera, con lo que se vulneraría lo dictado en la sentencia “el derecho a relacionarse con dicha administración en euskera”.

9) “Y otras lenguas habladas en el municipio” añade UPN en el texto. No las lenguas europeas como se puntúan en las oposiciones oficiales, sino “todas las habladas en el municipio”: albanés, turco, sirio, árabe, etcétera. Idiomas que es bien sabido se utilizan con frecuencia para dirigirse a nuestro Ayuntamiento. En ningún punto de esta sentencia admite tal opción y solo desde la mala fe, desde el menosprecio al euskera o -peor aún- desde una burda chanza hacia el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, puede realizarse tal redacción.

10) Pero, ¿quién paga esta farra de UPN? Todo este grotesco recorrido judicial nos cuesta a los vecinos y vecinas de la Cendea de Cizur más de 14.000 euros. ¿Este empeño contra natura lo pagará UPN, se preguntarán? ¡Pues no! Todos los vecinos y vecinas a toca teja.

Este Ayuntamiento de UPN ha sido condenado a costas. Y con ello ha dilapidado nuestro dinero. Ya había perdido por este tema tres resoluciones del TAN y una sentencia del Contencioso Administrativo de Pamplona. ¡Cuatro juicios! Y, no obstante, en su empecinamiento contra el euskera recurrieron al Tribunal Superior de Justicia de Navarra y, a la vista del varapalo recibido, ahora toca plegar velas y desistir de otros recursos que tenían en curso. Pero eso sí, dejando en este camino: dineros públicos y privados, tiempo de nuestra administración, tiempo de nuestros concejales, disgustos por incomprensión reiterada de nuestros argumentos, desavenencias y decepciones personales, etcétera. Es insólito que la bandera de la actividad municipal de UPN y que la mayor carga de trabajo y visibilidad de su acción en esta legislatura haya sido una actitud constante contra el euskera. No veo en los pueblos de la Cendea de Cizur ninguna obra relevante, evento o acción digna de reseñar en estos cuatro años. Sólo una página en negro. Siempre hemos planteado el euskera como un valor cultural a preservar para disfrutar de él y enriquecernos. Continuidad en el presente de la lengua de nuestras generaciones anteriores. No lo entiende así UPN. ¡Lástima! Como invoca La conjura de los necios de John Kennedy Toole, “es una rueda que a veces ataca a los justos sin razón y que tiene a los poderosos comiendo langosta”.

El autor es concejal de Geroa Bai en la Cendea de Cizur