La ikastola Argia nos invita a la fiesta de las ikastolas de Nafarroa con dos objetivos principales: el necesitado apoyo económico a su proyecto educativo e impulsar el euskera. Como indica el expresivo y atrayente videoclip, subtitulado en castellano Erriberan beti zara, ongi etorria lagun En la Ribera siempre eres bienvenido compañero!).

Visitar la capital de la Ribera ofrece varios atractivos, tanto naturales como arquitectónicos. El Ebro resulta imponente a su paso por Tutera, casi es un mar por su anchura, con un tono verde que le da una gracia especial. Nuestro pequeño Nilo, por enriquecer a la fina huerta navarra. Cuando hace tiempo acudí a Tutera me impresionó la plaza de los Fueros con su bonito kiosko y el colorido de los escudos heráldicos pintados en las casas que la rodean. La catedral es verdaderamente hermosa, y no menos atractiva la iglesia de la Magdalena con su portalada románica. Otro matiz agradable es la amabilidad de sus gentes. Hemos vuelto varias veces, siendo Tutera un lugar de ambiente que ha tenido gran trascendencia histórica. Desde tiempos romanos tenía cerca la calzada que iba a la capital romana de Tarraco, además de la de Iruña, a lo que hay que añadir que el Ebro era una vía importante al Mediterráneo.

Sobre la muga del euskera en el sur, Caro Baroja y Menéndez Pidal la situaban en el s. I en Zaragoza, época que esta última se citaba Salduie, Salduba, Salduvia. Explicable bajo la fonética vasca como Zaldua, Zaldubia. En el s. X el euskera permanecía en Tudela.

El escritor José M. Iribarren (Tudela 1906-1971) escribió: “¿No es vergonzoso que a pesar de tener la sangre vasca apenas sepa uno diez palabras en la lengua de Aitor?... en un vascuence amado y comprensible” (Vascosnavarros, J. M. Esparza). De la zona son los premiados escritores en euskara Jokin Muñoz (Castejón) y Eduardo Gil Bera (Tudela). La recuperación del euskara no tiene por qué tener mugas, al ser la joya del patrimonio cultural de todo el Viejo Reino y asombro de la comunidad científica.

En la entrevista de Iñaki Gabilondo en la Universidad de Columbia al prestigioso científico Rafael Yuste, este neurobiólogo dijo que estudia euskera porque le parece precioso y es el único idioma que queda en Europa preindoeuropeo, indicando que no sólo se debía dar en las escuelas a nivel estatal, sino europeo. Añade que tiene una estructura gramatical precisa e increíble, y una manera de describir el mundo que le entusiasma.

Tristemente ha padecido un retroceso durante siglos, ya que, tal como indicaba Jimeno Jurío: “De ser lengua natural y propia de los navarros, considerada la primitiva y hablada en la mayor parte del reino y de la diócesis de Pamplona, se pasó a situaciones de abandono, desprecio y represión más o menos encubierta”.

En 1545 el navarro Etxepare escribió el primer libro impreso en euskara. Los también navarros Axular (1643) y Leizarraga (1571), traductor del Nuevo Testamento al euskara por encargo de la reina de Nafarroa, contribuyeron a fijarla como lengua escrita.

Desde Oriente, en 1544, San Francisco de Xabier indicaba “la mía la bizcaína (euskara)”, y es que para nuestro emblemático santo fue lengua materna y en la que pronunció sus últimas palabras.

Un documento sobre Murillo el Fruto (P. Monteano) del siglo XIV cuyos términos Aitzurieta, Baratzeberrieta donde la huerta nueva, Baratzebideta, Baratzezarreta ? dan fe de que el euskera estaba muy vivo en muga de la Ribera.

Euskara danona/El euskera es de todos indicaba un folleto del Gobierno de Nafarroa de 1990 (Intxausti-Foronda). En él leemos: “El historiador y primer cronista del Reino, el padre Moret (1615-1687), expresó enérgicamente el derecho y el deber de conservar el vascuence en los pueblos de Navarra”. En su retroceso incidió que en 1768 se prohibiera en la enseñanza. Un sacerdote de la Sakana me decía algo similar del pasado siglo: “Lehen zegoen debekatuta, zigorrak ematen zizkioten mutikoei. Gure amak ez zekien erderaz, Iruñera joaten zenean jendeak barre egiten zion”.

En Arguedas hay términos en euskera atribuidos a los pastores roncaleses, pero que entiendo que pueden ser propios, Landazuria la campa blanca, Pizkerra (Bizkarra), el Beltzo, Sagasti, Larrate, Mugarria, Andorriaga, Txirimendia, Sardazuria, Monteartea, Eguaras, Ezkarate, Muruzabal, Sardazuria. Monteano indica que en 1623 el alcalde Pedro de Mena utilizó el euskera.

Un hijo de Ablitas, 15 kms. al sur de Tudela, me habló del nombre en euskera del río local, Mendianike. Otros son Ubeta, Ugenike, y el propio Ablitas aparece como Obitas/Oblitas, que teorice que vendría de Obieta. Hay vocablos en euskera.

En Sendaviva y Bardenas, donde rotulan en castellano, euskera, inglés y francés, me sorprendió que muchos de los visitantes hablaban en euskera. Aproveché para comentarle lo del uso del euskera a una persona del lugar, a ver si sería sobre el 30%, respondiéndome en euskera que era en torno al 60% y que si lo utilizaran más, redundaría positivamente en la asistencia. En un hotel de la zona he observado lo mismo.

En el Escorial (Madrid) vi que las audio-guías se podían oír en 16 idiomas. El segundo a elegir es el euskera, respetuoso detalle que agradeces, idioma al que hicieran referencia Cervantes o Lope de Vega.

En Tudela el euskera se va recuperando, se observa en la calle y con los jóvenes. El propio guía, que nos dio una curiosa visión de la sociedad tudelana del pasado siglo, saludaba a la gente en euskera, y acabamos la conversación en euskera, indicándonos que era euskaldunberri, pero señalando que sus hijos era euskaldunzaharras, es decir tudelanos que habían aprendido en euskera. Acudir a esta fiesta, pues merece la pena. Izan argi!