a crisis del COVID ha hecho que la sociedad se replantee su modo de vida, sus tradiciones y hasta su forma de trabajar y relacionarse. Las administraciones públicas no son ajenas a este nuevo enfoque necesario para salir bien paradas de esta situación que ha puesto en apuros a numerosas familias que ven mermadas sus capacidades tanto económicas como conciliadoras.

Las iniciativas presentadas con el fin de minorar los efectos negativos de la crisis deben ser proporcionadas y meditadas, pero a su vez, ambiciosas y valientes. En este sentido, no es suficiente con las tradicionales medidas de las que las administraciones hacen uso habitualmente, tales como ayudas extraordinarias, rentas garantizadas que cuentan con sus partidas presupuestarias ya aprobadas para una situación de normalidad, sino que se hace necesario implementar otras más innovadoras que sirvan de respiro al tejido asociativo, empresarial, cultural, deportivo, etcétera.

Por otra parte, las familias deben verse respaldadas por las administraciones, no solo con la suspensión obligatoria si el servicio no se ofrece, de tasas y precios públicos, o aplazamientos de impuestos, sino que debe garantizarse, en la medida de las posibilidades de cada una de las administraciones y sin recurrir a ERTE, la continuidad en los puestos de trabajo de las personas que dan servicio a las empresas públicas dependientes de las mismas. En este sentido, Geroa Bai Eguesibar ha presentado en el pleno del Ayuntamiento del Valle de Egüés-Eguesibar y en el Consejo de Administración de la Sociedad Pública Andacelay, varias iniciativas que pasamos a detallar y que han quedado para el olvido gracias a partidos políticos de signo tan diferente como PSN, Navarra Suma o EH Bildu.

La noticia de la posibilidad de solicitar un ERTE para las trabajadoras de la empresa pública Andacelay nos lleva a repensar las funciones y servicios que esta empresa puede dar a la población del valle de Egüés. Proponemos no solicitar este ERTE, tanto en cuanto existen fondos para mantener a las trabajadoras de Escuelas Infantiles y CAF, mientras éstas desarrollan nuevas iniciativas de conciliación familiar en espacios abiertos, manteniendo la distancia de seguridad, o la utilización de las instalaciones educativas, adaptando éstas en cada momento a las normas sanitarias dictadas, para servicios de ludo guardería, mientras no se tenga claro cuándo y cómo será el regreso a las aulas, que seguramente deberán ser implantadas en alguna de las fases del desconfinamiento. Por otro lado, proponemos que las trabajadoras de la limpieza desarrollen su labor fuera de los centros de trabajo que tienen asignados, previo acuerdo con las mismas para evitar la repercusión negativa que un ERTE tendrá en el cómputo de tiempo para la obtención de la prestación por desempleo.

Todas estas iniciativas fueron descartadas sin siquiera debate en el Consejo de la Sociedad Pública Andacelay, donde finalmente se adoptó el acuerdo de solicitud de los ERTE con el sorprendente resultado de la unión en su voto a favor de EH Bildu y Navarra Suma en esta medida conservadora, con el único argumento de salvaguardar la salud financiera del Ayuntamiento, y hacer que aita estado se haga cargo de aquello a lo que podemos hacer frente.

Si tenemos en cuenta la posibilidad de que el Estado haga pagar a las entidades locales con parte de sus remanentes los ERTE solicitados en la crisis del COVID, para este viaje no hacían falta alforjas.

Cuando legislatura tras legislatura reclamamos la aportación que le corresponde al valle de Egüés-Eguesibar del Fondo de Haciendas Locales, hacemos referencia a la solidaridad entre instituciones, solidaridad interinstitucional que EH Bildu, PSN y Navarra Suma, a la vista del resultado de estas iniciativas, han debido meter en el saco del olvido momentáneo.

Cuando reclamamos capacidad de autogobierno, capacidad de autogestión, capacidad de decisión de las entidades locales, no lo hacemos por pura palabrería, sino con el convencimiento de que quien mejor conoce las necesidades de la ciudadanía son las entidades locales, que cuentan con la madurez suficiente como para llevar a cabo políticas públicas que favorezcan sus intereses, que no deben ser otros que los de las vecinas y vecinos. Acudimos a la solidaridad interinstitucional para reclamar, pero también en un ejercicio de corresponsabilidad en el gasto que debemos asumir. A algunos esto parece no venirles del todo bien.

Nos sorprende que EH Bildu vote a favor de un ERTE que podía perfectamente ser evitado con las iniciativas propuestas por Geroa Bai, porque la necesidad existe, y en el futuro será más acuciante. Gracias a los votos de EH Bildu y Navarra Suma se han eliminado de un plumazo los recursos con los que contaba el Ayuntamiento para hacer frente a los problemas que seguro vendrán.

La población del valle de Egüés-Eguesibar se verá abocada a hacer encaje de bolillos cuando llegue el momento de regresar a la normalidad y el Ayuntamiento haya tomado cero decisiones en relación a la conciliación laboral y familiar. Tenemos los espacios, tenemos trabajadoras, tendremos necesidades, tenemos los fondos, carecemos de voluntad política, empatía y valentía.

El valle de Egüés contaba con un remanente de tesorería de 4.791.071 €, de los que 2.415.188,76 fueron utilizados para financiar gasto corriente en diferentes modificaciones presupuestarias, con lo que a día de hoy cuenta con 2.375.883,21 euros para financiar medidas de extrema necesidad, como las descritas anteriormente o las planteadas por Geroa Bai en el pasado pleno, en el que se proponía la utilización de parte de este remanente en ayudas de carácter social y empresarial, tal y como se había hecho con anterioridad para el gasto corriente, pero esta vez, sí, pasando por Pleno. Se proponía el destino de 400.000 euros al Área de Servicios sociales para dar respuesta a las necesidades más inmediatas de las familias en cuanto a gastos habituales, como aquellos provocados por las brechas digitales, de género o de cualquier otra índole acentuados por esta crisis.

Para el Área de Desarrollo local destinamos 600.000 euros, que, continuando con nuestras políticas de desarrollo local, empresarial y de emprendimiento, venían a aliviar en alguna medida la parada de la actividad. Ayudas a las personas autónomas, comercio y hostelería, en definitiva, al tejido económico del valle de Egüés-Eguesibar. Tampoco esta iniciativa, destinada a aliviar los apuros de la población del valle, fue bien recibida. Con los votos en contra, esta vez de Navarra Suma y PSN, que una vez más hacen gala de su unión gobernando conjuntamente, unos de cara y otros en la sombra, fue rechazada.

Utilizar el remanente de tesorería para medidas como estas no es dilapidar, no es gastar los recursos del Ayuntamiento sin control. Dicho control debe darse desde la propia administración, desde el estudio, la negociación y el consenso de las medidas a adoptar con los diferentes grupos y atendiendo en todo momento a las necesidades que vayan surgiendo, adelantándonos en la medida de lo posible a las consecuencias que sin duda se van a dar, sin improvisación. Con el apoyo de todas, porque todas estamos en el mismo barco.

No es suficiente con escribir en las redes sociales sentencias como “…Cuando afloren las consecuencias de esta crisis sanitaria se volverán a hacer evidentes sus efectos sobre la pobreza y la exclusión social. Es momento de acometer con rigor e inteligencia las decisiones”. Fue momento de tomarlas, estuvieron en sus manos, las dejaron escapar para perjuicio de la ciudadanía del valle de Egüés-Eguesibar.

Firman este artículo: Helena Arruabarrena, Alfonso Etxeberria, Mikel Etxarte, Juanjo Ausan, concejales del valle de Egüés-Eguesibar