ekunberri. Leku on eta berri. Lugar bueno y nuevo. Me encanta contar que significa y de donde proviene el nombre a aquellos que lo desconocen. Pues la historia de la localidad, sus gentes y casas, sus hábitos y costumbres, sus festividades y tradiciones, sus espacios verdes y txokos... generan una de las cuestiones que más arraigo generan a la tierra: el sentimiento de pertenencia.

Visitar Lekunberri es impregnarse de historia en un paseo por el Casco Viejo con la modernidad de conocer la historia de sus casas y edificios antiguos móvil en mano a través de los códigos QR instalados. Es recorrer la travesía que cruza y divide en dos mitades todo el pueblo para volver a recorrerlo por el paseo de La Vega por un lado y volver por la Vía Verde del Plazaola por el otro lado, con parada obligatoria en la estación del Plazaola con su vagón y su cantina, ascenso a La Peña y contemplar la panorámica de todo Lekunberri desde su mirador.

Para los más deportistas y aventureros también hay espacio con las rampas para descensos en BTT de Hirumuga Park o las cuerdas y tirolinas de Beigorri Parkea en los robles que lo conforman.

Y todo ello, cómo no, en buena compañía o en solitario, a pie o en bicicleta, y degustando la gastronomía local en cualquiera de los tantos locales de restauración que comprenden la amplia oferta gastronómica de Lekunberri.

Recientemente la Organización Mundial de Turismo daba a conocer el nombramiento de Lekunberri como uno de los mejores pueblos turísticos a nivel mundial y la consiguiente entrega del sello que lo distingue como Best Tourism Village. Este galardón identifica a Lekunberri como ejemplo sobresaliente de destino de turismo rural con activos culturales y naturales reconocidos, que preserven y promuevan valores, productos y estilos de vida rurales y comunitarios, y también que defiendan un compromiso manifiesto con la innovación y la sostenibilidad en todos sus aspectos: económico, social y medioambiental.

Además del reconocimiento a la visión, impulso y desarrollo del sector turístico por parte del Ayuntamiento, pero también al trabajo de tantas personas y entes privados en este campo, y del nuevo impulso que supone para nuestro turismo rural gracias a la promoción de este sello a nivel internacional, este galardón va mucho más allá. Lekunberri siempre ha sido un lugar acogedor y ha acogido históricamente a turistas y viajeros de paso, pero bien es cierto también que en los últimos 25 años se ha hecho una apuesta importante por su desarrollo, entre otros, con la creación del Consorcio del Plazaola (fundada y presidida durante muchos años por este Ayuntamiento) y que en los últimos pocos años hemos llevado a cabo una labor de impulso del turismo y posicionamiento de la localidad y su puesta en valor que, nos ha valido este reconocimiento tras la elaboración y presentación de nuestra candidatura a la OMT tras un concienzudo trabajo destacado en su calidad incluso por el Secretario General de la OMT.

Lekunberri, causalmente, que no casualmente, ha pasado del entorno de los 800 habitantes de finales de los 90, a los más de 1.600 que somos actualmente. Esto es, ha duplicado su población en los últimos 25 años en un contexto de despoblación del medio rural. En este trayecto son múltiples las acciones y palancas ejercidas, pero principalmente son 4 las que han permitido llegar hasta aquí: el paso de la Autovía A-15 por Lekunberri y que nos pone a media hora entre Pamplona y San Sebastián, el desarrollo del Polígono Industrial de Albisualdea con la creación del entorno de 500 empleos directos, la apuesta por el turismo, y la ampliación de servicios. Todas ellas, no exentas de discrepancias y oposición política y popular en su día, pero que, sin ellas, todas y cada una de ellas, Lekunberri no sería hoy lo que es.

A día de hoy vivimos otros retos de ese legado, como son el aumento del bienestar a través del refuerzo de los servicios, el impulso de la industria como generadora de empleo de calidad y el desarrollo del turismo rural, y cómo no, la movilidad sostenible. La palanca para el freno a la despoblación, e incluso la generación de un atractivo plan de vida en el entorno rural, pasa sin duda por el empleo, la vivienda y los servicios, pero también por una movilidad segura y sostenible.

Es por ello que en los dos últimos años desde el Ayuntamiento hemos impulsado planes de participación ciudadana para la amabilización de la villa (Lekunberri Amable), el impulso del bienestar (Lekunberri Suspertu) y el diseño de un plan estratégico para la industria (Lekunberri On). Y cierto es que, igual que en su día, los cambios produjeron resistencias, hoy también las novedades incomodan, pero debemos avanzar y seguir dando pasos adelante por un mundo rural vivo, sostenible y seguro. Es nuestra labor y responsabilidad, y para eso en su día nos comprometimos a entrar en el Ayuntamiento y trabajar por y para Lekunberri. Estamos para tomar decisiones en beneficio de la comunidad, del conjunto de la globalidad del pueblo. Por ello, y aunque a veces supongan decisiones algunas impopulares u otras simplemente no compartidas, son procesos vivos, dinámicos y prolongados en el tiempo, y es entonces, pasado un tiempo, con las diferentes intervenciones, adaptaciones y regulaciones, cuando se ven, se recogen y asimilan las bondades de las mismas. Y apostamos y trabajamos por ello; porque somos de aquí, nos sentimos de aquí y nos preocupamos por lo de aquí.

Uno no es de donde nace o donde vive, sino de donde se siente. Y uno, que ha nacido y vivido aquí, sin lugar a duda, se siente fervientemente de Lekunberri. Porque en las casas de Lekunberri y su Casco Viejo podemos recrear su larga y profunda historia, de mugas, aduanas e incendios varios provocados sobre los que una y otra vez volvía a emerger hasta ser lo que hoy es. Y es que Lekunberri siempre ha tenido un lugar importante en la geografía navarra, y es sin duda, además de por su estratégica ubicación, por su espíritu de superación e innovación. Por su resiliencia. La misma que nos impulsa a seguir afrontando los retos actuales de nuestro pueblo.

Lekunberri, aurrera doan herri.

Eguberri on eta Urte Berri on!

El autor es alcalde de Lekunberri