s todavía válida la afirmación que el historiador Claret Miranda acuñó para la gripe de 1918: "cualquier medida antes de la pandemia se califica de exagerada y, en cambio, posteriormente se la considera insuficiente". Esta afirmación también ahora es cierta, porque hay cosas que hemos aprendido y que nos servirán para cambiar algunas estrategias.

Las vacunas se presentaron como la salida del túnel y toda la estrategia frente al covid-19 se ha apoyado en la vacunación masiva que, efectivamente, ha conseguido un éxito sin paliativos evitando la enfermedad grave y reduciendo las hospitalizaciones y la muerte.

Alguien debió pensar que se lograría reducir el impacto de esta sexta ola detectando y vacunando. Pero esta actitud ha puesto de manifiesto una inadecuada gestión de la pandemia al desplazar, nuevamente, la mayor carga de trabajo -detección y seguimiento de una elevada cantidad de casos- hacia una Atención Primaria ya sobresaturada y sin reforzarla previamente. Poniendo en jaque todo el sistema sanitario.

Ya son muchos los expertos que afirman que esta sexta ola podría provocar esa inmunización masiva necesaria para acabar con la pandemia, aunque el virus se quede entre nosotros de forma endémica.

Parece, por tanto, que estamos en un momento oportuno para revisar determinadas estrategias y corregir errores anteriores.

1. La importancia de reafirmar nuestra apuesta y confianza en el sistema público de salud.

El comportamiento de la ciudadanía ha sido mayoritariamente ejemplar, cumpliendo los consejos y las órdenes emanadas por las autoridades, aun cuando en ocasiones eran farragosas o contradictorias. Pero todos y todas hemos entendido que en una situación de pandemia era mejor no cuestionar lo que podía parecer incoherente y de esta forma contribuir al bien común. Todo esto ha contribuido a la fatiga pandémica y a la sensación de que la nueva normalidad no supone el fin de la pandemia.

2.- Una correcta estrategia de comunicación es clave.

La comunicación debe ser transparente, concisa y fácilmente entendible. Debe llegar en tiempo y forma a toda la población. Evitando el continuo cambio del contenido. Y razonando todas y cada una de las estrategias. Sólo entendiendo porqué se toman determinadas decisiones puede mantenerse la confianza en las autoridades sanitarias.

Es importante la comunicación emocional, pero evitando la trampa de jugar con la emocionalidad fácil para conseguir objetivos no aclarados. Un ejemplo de lo anterior son los mensajes de la campaña lanzada por el Ministerio de Sanidad para la vacunación infantil: "para abrazar sin límites", "para proteger a las personas mayores". Hacer recaer en niños y niñas la responsabilidad de los contagios de las personas mayores no es la mejor forma de informar sobre la importancia de la vacunación infantil.

3.- La necesidad de un mayor liderazgo en la toma de decisiones en salud.

En todas y cada una de las olas hemos contemplado cómo propuestas que eran convenientes para Navarra quedaban diluidas o directamente eran rechazadas en aras a unas decisiones globales que no siempre eran las más ventajosas para nuestra comunidad. Entendemos las dificultades de coordinación de los foros estatales, pero revindicamos un mayor liderazgo desde Navarra.

Lo mismo podemos decir sobre decisiones técnicas que han sido excesivamente moduladas por las presiones económicas, sociales y políticas.

Una mayor coordinación no se contrapone con una mayor autonomía.

4.- La importancia de la Atención Primaria.

Nunca reconocida suficientemente, ni antes ni durante la pandemia. Probablemente este es el tema más urgente y piedra angular de toda la reforma del sistema sanitario. Necesitamos repensar una atención primaria para el siglo XXI. El problema sanitario que ha puesto de manifiesto la pandemia afecta a toda la ciudadanía; sólo abordándolo y trabajando de forma conjunta y participativa todos los actores implicados, partidos políticos, ciudadanía, profesionales, etcétera, se pueden alcanzar consensos. No se nos escapa la dificultad que entraña llevar a la práctica este planteamiento, pero sólo así se alcanzarán soluciones estables a lo largo del tiempo. Desde Geroa Bai nos postulamos para abrir e impulsar este proceso.

5.- Interés por impulsar el Comité de personas expertas.

Impulsar la actividad del ya creado, pero infrautilizado, Comité Independiente de Expertos, formado por profesionales de prestigio y nombramiento público para evaluar y auditar las estrategias empleadas en las sucesivas olas.

6.- Un estudio de seroprevalencia.

Proponemos un nuevo estudio de seroprevalencia, en la población general y especialmente en los profesionales sanitarios y sociosanitarios, para tener una idea -lo más aproximada posible- sobre la realidad pandémica en nuestra comunidad. También en otras CCAA para comparar la circulación del virus con las diferentes estrategias seguidas.

7.- Las y los profesionales de la salud.

Abordar lo antes posible, sin esperar al resultado de cualquier debate sobre el modelo sanitario, la situación de las y los profesionales en cuanto a condiciones laborales, salariales y anímicas.

8.- El impulso a la salud pública.

Necesitamos una Salud Pública robusta y capaz de afrontar las pandemias con la celeridad que se necesite. Apostamos por reforzar e impulsar el liderazgo del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra en la toma de decisiones en el momento actual de covid-19 y en futuras pandemias.

Proponemos un mayor acompañamiento de las Entidades Locales en la toma de decisiones, desde el ISPLN.

La pandemia ha sacado a la luz fortalezas y debilidades del Sistema Público de Salud. Urge buscar y proponer, entre todos, soluciones viables que permitan su refuerzo y mantenimiento.

Reafirmamos nuestro compromiso, como Geroa Bai, en participar activamente en esta búsqueda y en el desarrollo de soluciones a los problemas enunciados.

9.- Coordinación estatal y entre CCAA

Coordinar las diferentes medidas que sucesivamente se adopten en las CCAA, alejando el foco político de las decisiones y basándolas sólo en datos epidemiológicos y sociodemográficos.

10.- Coordinación interna.

Persisten carencias importantes entre el ámbito socio-sanitario y el sanitario, y así nos lo han trasladado también desde las residencias de personas mayores; lo mismo podríamos decir entre Salud Pública y Primaria, donde se dieron pasos en la legislatura pasada pero donde el camino a recorrer sigue siendo muy grande.

Resumiendo: Una nueva estrategia contra la pandemia debe centrarse en evitar tensionar más el sistema sanitario y en seleccionar las medidas realmente eficaces para evitar la propagación rápida del virus. Actuemos en consecuencia y de forma coordinada. Las autoridades sanitarias, con decisiones claras y contrastadas; los grupos políticos, renunciando a posicionamientos partidarios más o menos interesados; los medios de comunicación, abandonando el catastrofismo en sus informaciones, y la población general, extremando las medidas higiénico-sanitarias.

Año nuevo y problemas viejos, que ahora son ineludibles y urgentes. Con una esperanza: que en el 2022 consigamos superar la pandemia y encarar las necesidades de nuestra sanidad para que el objetivo Salud para todos/as sea una realidad.

*Fernando Domínguez, Ana Ansa, Miguel Aizcorbe, Armando Redondo (los autores son miembros del Grupo de trabajo de Salud de Geroa Bai)

Sólo entendiendo por qué se toman determinadas decisiones puede mantenerse la confianza en las autoridades sanitarias