n el mes de mayo de 1972, Pamplona se preparaba con entusiasmo, como hoy, para celebrar sus sanfermines. Pero la sociedad de la época también miraba expectante qué iba a ocurrir unos días antes de aquellos días tan esperados, entre finales de junio y principios de julio. A estas alturas de aquel año, el grupo ALEA se esmeraba en organizar una programación cultural y artística de vanguardia en múltiples puntos de la ciudad. Un festival de arte coordinado por el pintor José Luis Alexanco y el músico Luis de Pablo, tras el encargo de la familia de Félix Huarte de realizar un ciclo en homenaje al industrial fallecido el año anterior, mecenas y coleccionista de las artes contemporáneas.

Ambos, junto con el equipo que formaron, fueron superando trabas, obstáculos y reticencias para llevar a cabo una serie de eventos nunca vistos en Pamplona, y con visos de tener trascendencia nacional e internacional en una ciudad en expansión, con una actividad cultural reducida y en un momento en el que la dictadura agonizaba y se vislumbraban importantes cambios sociales, económicos, creativos e intelectuales.

Con aquella misma ilusión de hace cincuenta años, un grupo de instituciones y entidades privadas trabajamos desde hace un tiempo para que Pamplona, y por extensión toda la Comunidad Foral de Navarra, acoja un nuevo encuentro artístico, cultural y de pensamiento. El momento es propicio para hacer una profunda reflexión desde la cultura al mundo actual, y debemos aprovechar la coyuntura que se nos presenta cincuenta años después para situarla de nuevo en el centro del análisis de la sociedad.

La organización de unos nuevos Encuentros ha posibilitado una alianza entre el Gobierno de Navarra, el Ayuntamiento de Pamplona, la Universidad Pública de Navarra, y el Ministerio de Cultura y Deporte con quienes también colaborará la Universidad de Navarra. También el Consejo Navarro de la Cultura y las Artes; y fundaciones y entidades privadas nos dan soporte y mirada muy amplia a este proyecto. Porque estos encuentros suponen una forma de acercar y tender puentes entre instituciones diversas, y permite una multitud de miradas y aportaciones en cuestiones de interés para la ciudadanía.

No planteamos tan solo una rememoración de los Encuentros del 72, que también tendrán un espacio para el recuerdo, sino una propuesta acorde con la complejidad del inicio del siglo XXI. Las artes visuales, la música, la literatura no pueden deslindarse hoy de los problemas que afectan a una sociedad que asiste a su propia deriva. Eso hace que los Encuentros del 22, con una programación prevista para el mes de octubre, constituirán una radical toma de partido, un instrumento de análisis y pensamiento que permita abrir fisuras en el determinismo que parece asignado a una población necesitada de respuestas urgentes y taxativas. Pensar Europa y su geopolítica, profundizar sobre el feminismo, perseverar en el discurso contra el odio, valorar y reflexionar sobre los acontecimientos sociales de este nuevo siglo, son elementos que abordarán los Encuentros desde la cultura, entendida ésta en su sentido pleno y más comprometido.

Aquellos necesarios y valientes Encuentros del 72 aportaron un cierto aire contracultural, inspirado en buena parte en las corrientes que procedían de Estados Unidos. Ahora, cultura internacional, por supuesto, pero sobre todo europea, como respuesta de un continente que busca su espacio en la contemporaneidad. Para ello, han sido invitadas las personalidades más relevantes y prestigiosas, las más críticas también, en la confianza de que su presencia en Pamplona y en Navarra proponga un enriquecedor debate y aporte un patrimonio duradero del que pueda disfrutar una ciudadanía libre y responsable. Una programación que incluirá también expresiones artísticas de los ámbitos culturales más diversos, haciendo partícipe a la comunidad artística navarra. Los Encuentros, de los que presentaremos sus detalles próximamente, supondrán un acontecimiento de primer orden, una contribución decisiva para el devenir cultural de Navarra. Con una idea de continuidad en el tiempo con la creación de proyectos artísticos que surjan de las reflexiones y acciones que se desarrollen.

Solo nos queda animar a la ciudadanía a que, cuando llegue el momento, se interese, disfrute, y se involucre. Serán unos Encuentros preparados para vivirlos. El momento actual de pandemia, de crisis energética o de guerra serán el telón de fondo para la reflexión profunda sobre el devenir de la Europa de los próximos años, y para vivir y experimentar las propuestas culturales más interesantes. l

*Firman este artículo: Rebeca Esnaola, consejera de Cultura y Deporte del Gobierno de Navarra;María García Barberena, concejala de Cultura e Igualdad del Ayuntamiento de Pamplona;Begoña Pérez Eransus, vicerrectora de Proyección Universitaria, Cultura y Divulgación de la Universidad Pública de Navarra;y Ramón Andrés, comisario de los Encuentros del 22