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Un año de las inundaciones en Iruña

Un año de las inundaciones en Iruña

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Pamplona ha creado el proyecto Runa 2025 que ha recibido 2,7 millones de euros de los fondos Next Generation para llevar a cabo una estrategia frente a los problemas que las subidas naturales e inevitables del cauce ocasionan en las zonas urbanizadas por UPN dentro de la llanura de inundación del Arga. También han dirigido una partida de 500.000 euros, en concreto para actuaciones “barrera y achique” en edificios de la Txantrea y la Rotxa.

Es esclarecedor el tratamiento informativo que desde Diario de Navarra se le da a esta noticia. Empieza la periodista: “Quizá la palabra sea convivir. Una inundación es un fenómeno natural y, por tanto, inevitable. No podemos, aunque quisiéramos, detener las avenidas de los ríos, la fuerza de la naturaleza…”. Ese quizá es bonita palabra para un bolero, pero en política, estrategias urbanísticas, uso de los fondos públicos y sobre todo relación con el medio ambiente, es irresponsable.

Desde julio de 1999 hasta junio de 2015 fueron responsables de la alcaldía de Pamplona Barcina y Maya. Este además dirigió desde 1999 el Área de Urbanismo del Ayuntamiento y desde 2003 fue gerente de Urbanismo. En este cargo fue responsable de los planes de ordenación del norte de Iruña, entre otros. Y es por estos planes que permitieron, ambos, la edificación salvaje en la mismísima llanura de inundación del Arga. Es decir, que son responsables, ellos y su partido, de que miles de personas invirtieran sus ahorros en viviendas que desde entonces y lógicamente han sufrido estas avenidas. Así pues, no es quizá. Es que una estructura política representativa permitiera un despropósito absolutamente predecible. No tenían más que haber preguntado en los barrios sobre la naturaleza del río. Construir ahí y además con garajes dos pisos hacia abajo fue idiota. Ahora presentan un plan que se va a llevar por delante 3 millones de euros en préstamos que luego pagaremos entre todas. ¿Es posible que quien ha sido el problema pueda llegar a ser la solución?

De momento han presentado un Plan de Infraestructura Verde y Azul, los colores de moda entre quienes siempre han puesto el negocio o el partido delante del medio natural. Va a ser responsable del mismo una fundación madrileña que, digo yo, ¿no habrá por aquí alguien que conozca mejor el río, la ciudad y que esté capacitado para llevar a cabo el trabajo? Por lo visto no. El caso es que presentan en su web las acciones que van a llevar a cabo y dice que en el plan van a incorporar criterios para adaptarse al cambio climático y soluciones basadas en la naturaleza. Es decir, no dicen nada. Asimismo declara la fundación que el proyecto busca transformar Pamplona utilizando los cursos fluviales como lugares de encuentro entre ciudad y naturaleza y transformarlos en ejes vertebradores de una ciudad en la que la gente ya no vivamos de espaldas a sus ríos. Creo que esto ya se hizo en los 80 y 90. ¿O es que se refieren a los cursos que transitan el campus del Opus? Y así UPN, la Fundación (de tiempos de Aznar) y la uni, encantados con una ciudad que financia por un lado, sus empleos, por otro, sus despropósitos y por otro, sus intereses privados. Con la excusa del mal en los barrios del norte y la posibilidad de los fondos públicos del Next Generation.

Y para terminar, presentan una estrategia de Drenaje Urbano Sostenible” Un colector armado de 300 m y válvulas antirretorno en los colectores que, se supone, impedirán la entrada del agua de vuelta. De momento, 54,813 euros para CIMA Ingenieros. Es decir, nada de acabar con el problema de origen, sino minimizar los efectos de unas inundaciones que, si se han convertido en problema, es por la acción de políticos y constructoras. ¿Quién ha ideado estas acciones? ¿Está demostrada su eficacia ante los caudales que se ocasionan en las inundaciones? A simple vista este tipo de actuaciones parecen en sintonía con los realizados con los taludes en el parque de la Runa, que han extendido el problema de las inundaciones a zonas donde antes este problema no existía.

Y por último, el mapa de las inundaciones de hace un año. Esta imagen, por sí sola, no expresa nada. Sería interesante que hubiera una serie de mapas en los que ver la evolución de las edificaciones y las medidas antiinundaciones hasta el momento, comparándolas con la evolución de esta nueva llanura de inundación, que tiene sus orígenes en el cambio climático, en causas naturales pero sobre todo en decisiones humanas de personas que están en los puestos de decisión municipal. Alguien quiso edificar en primera línea de río. Y sigue en el Ayuntamiento tomando decisiones.

Debiéramos superar la mentalidad fosilista urbanística que nos ha metido en tantos problemas que ahora debemos asumir pero que, y esto es peor, sigue decidida en meternos en todavía más. Debiéramos demostrar que somos una ciudad inteligente.

La autora es miembro de Iruña Gerora