Teniendo en cuenta que el móvil nos acompaña a todas partes, y que se ha convertido en nuestro dispositivo personal de comunicaciones, este terminal telefónico de múltiples funcionalidades, en ocasiones puede resultar bastante molesto. Son esas situaciones en las que, por ejemplo, recibimos llamadas sin cesar de números desconocidos.

Hoy en día, a la hora de responder una llamada de un número que no tenemos guardado en la agenda de contactos de nuestro móvil, nos surgen muchas dudas. Más que nada, porque las llamadas de números desconocidos de manera indiscriminada nos hacen ponernos en estado de alerta y ser más desconfiados.

Si hacemos una búsqueda a través de diferentes portales especializados en identificar números de teléfono, observaremos que en su gran mayoría, son números que tienen valoraciones negativas, y que acumulan multitud de denuncias por parte de usuarios que están hartos de ser acribillados con llamadas a cualquier hora del día.

Según un estudio de la plataforma Truecaller, España es el quinto país del mundo con más llamadas de estas características por usuario.

Los escenarios más repetidos cuando recibes este tipo de llamadas, son los que cuelgan o no contestan cuando descuelgas (llamada fantasma), el telemarketing (empresas que intentan ponerse en contacto contigo con la intención de venderte sus productos o servicios), o los acosadores telefónicos.

Lo que sí es seguro, es que son llamadas que resultan muy molestas e interrumpen nuestro día día (por la frecuencia y el horario en el que las hacen), y es por eso, por lo que para que te dejen en paz, la medida más oportuna y extendida pasa por bloquear dichos números. En cualquier caso, si detrás de la llamada se esconde una estafa, amenaza, o acoso, es fundamental denunciarlo sin demora ante las autoridades competentes.

Eso si, debemos tener en cuenta, que evitar atender todas aquellas que no reconozcamos es un problema que nos puede suponer perder llamadas valiosas, ya que en ocasiones, nos llama nuestro médico de cabecera, el transportista de paquetería, un familiar que se ha quedado sin batería y te llama con el móvil de un amigo, o de cualquier otra persona u organismo, que necesite ponerse en contacto con nosotros en un momento puntual.

La gestión de la comunicación telefónica de este tipo, debería estar sujeta a unos límites y a unas restricciones, para evitar el intrusismo que supone la molestia e interrupción a las personas en su jornada diaria , ofreciéndoles información que no han solicitado.

Desgraciadamente, hoy por hoy, nos encontramos bastante indefensos ante este acoso constante del marketing de ventas agresivo, que utiliza este medio para presionar al consumidor, además del fraude y del intrusismo telefónico.

¡Mayday, mayday, mayday, tenemos un problema! ¿Hay alguien ahí?.

*El autor es profesor jubilado