La vorágine política que estamos viviendo estas semanas está acaparando de forma irremediable y natural la atención de todos los titulares de los medios de comunicación y las conversaciones en la calle, pero no por ello podemos olvidar ni minimizar la importancia de otras noticias de calado para la clase trabajadora que están aconteciendo en estos últimos días.

Ejemplo de ello es la entrada en vigor hace escasos días de las bajas por incapacidad temporal por menstruación incapacitante, la baja por interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo y la baja a partir de la semana 39 de embarazo, con lo que se amplían los derechos de las mujeres trabajadoras.

En los próximos meses, desde la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores nos esforzaremos en difundir estos derechos para que queden integrados e incluso mejorados en todos los convenios colectivos. Y para ello, es fundamental el clima de consenso y acuerdo que hemos propiciado para el impulso de la negociación colectiva con la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva por parte de los sindicatos de clase y la patronal, un acuerdo de enorme relevancia que encamina a nuestro país a la senda del crecimiento económico.

Se trata de un acuerdo con el que conseguimos incrementar el reparto de la riqueza que se está generando, buscando la mejora de la situación de las personas trabajadoras, las empresas y el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales.

Nuestro país necesita grandes acuerdos como el AENC, con el que los agentes sociales hemos demostrado estar a la altura de las necesidades actuales, mejorando las relaciones laborales y garantizando la estabilidad y confianza en nuestra economía para continuar en una senda de crecimiento.

Del mismo modo, es de justicia poner en valor los acuerdos tripartitos alcanzados durante esta legislatura entre sindicatos, organizaciones empresariales y Gobierno, que han promovido importantes e irrenunciables avances en derechos sociales y laborales. La reforma laboral, el acuerdo de pensiones, el aumento del Salario Mínimo Interprofesional o el reglamento de los planes de igualdad son solo algunos ejemplos de ello.

Por este motivo, de cara a las próximas elecciones generales, desde UGT exigimos a las fuerzas políticas que se presentan que ratifiquen su compromiso con los principios y objetivos de dichos acuerdos fruto del Diálogo Social y los contenidos de dicha legislación. La ciudadanía de este país merece saber qué va a pasar con estos avances en derechos después del 23 de julio y es necesario que los grupos políticos se pronuncien con claridad sobre los mismos.

Igualmente, es absolutamente vital que los próximos gobiernos que se conformen tras las elecciones tanto autonómicas como generales sigan respetando y fortaleciendo el Diálogo Social, ya que hemos demostrado con hechos y acciones que se trata de un eje esencial para facilitar la prosperidad no solo de la clase trabajadora, sino de la ciudadanía en general.

Seguimos teniendo retos importantes por afrontar y acciones prioritarias a desarrollar tanto en Navarra como en España. El bienestar de la población trabajadora no puede depender de los vaivenes electorales y los poderes públicos y los agentes sociales debemos seguir trabajando sin interrupciones en la mejora de la justicia social.

En este sentido, desde UGT consideramos que ha llegado el momento de revisar el Acuerdo Intersectorial de Navarra sobre Relaciones Laborales, cuya última actualización tuvo lugar en el año 2018. La patronal debe sentarse a negociar un nuevo pacto para encarar con mayores garantías el futuro de nuestra comunidad, mejorando el empleo y asegurando el desarrollo y la generación de riqueza en Navarra.

Junto a ello, es primordial que tanto el próximo Gobierno de Navarra como el de España promuevan una respuesta socialmente justa a la situación actual, desde el Diálogo Social, centrada en promover una mejora y extensión de la protección a la ciudadanía, unos servicios públicos de calidad y una vida digna y plena para todas las personas trabajadoras.

Garantizar el derecho a una vivienda digna, promover una transición ecológica justa, elevar el coste de la indemnización por despido o la implantación de la jornada de 32 horas semanales son también objetivos prioritarios de cara a los próximos años. Y en ello se centrará la acción de la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores en todos los órganos en los que está presente, en mejorar la calidad de vida de todas las personas amparados por la legitimidad que nos otorgan los resultados electorales que logramos en los centros de trabajo y ser la primera fuerza sindical de Navarra.

*El autor es secretario general de UGT de Navarra