El pasado 31 de octubre Leonor de Borbón y Ortiz alcanzaba la mayoría de edad y juraba la Constitución para formalizar lo previsto en la Ley Fundamental. Dando así continuidad a la institución monárquica en este país. Acto que contó con ausencias importantes como la del Rey emérito o los representantes de los partidos nacionalistas (PNV, BILDU, JUNTS, ECR y BNG) así como tres ministros del Gobierno en funciones, los sres/as. Ione Belarra, Irene Montero y Alberto Garzón, todo ello un reflejo del momento de zozobra que vive la Corona. Para los ciudadanos de hoy en día, es difícil conjugar la palabra democracia y monarquía, parecen incompatibles a priori; la democracia nos hace a todos los ciudadanos iguales ante la ley por el contrario la monarquía consagra a una persona por encima de la misma .Precisamente el artículo 56 de la Constitución, señala- la persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad- y eso puede derivar en impunidad para cometer todo tipo de tropelías y delitos como ha ocurrido con la figura del Rey Emérito, Juan Carlos I. De ahí la petición a los ciudadanos en su discurso de la Princesa de Asturias de que confíen en ella; el gato escaldado del agua huye. Pero claro no sabemos si esa inviolabilidad cubre también todos aquellos actos privados del monarca, que no tienen nada que ver con sus funciones de Jefe de Estado. Como señalaba estos días, Joan Coscubiella se ha perdido la ocasión de una reforma de dicho artículo y asemejar su aforamiento a la de los diputados y senadores por ejemplo. En democracia todos los cargos ó casi todos, son elegibles, en cambio la monarquía es hereditaria, se hereda el cargo, por ser hijo, hija de; parece una figura anacrónica en los tiempos actuales, donde todos los ciudadanos pueden ser electores y elegidos por el sufragio universal y directo. Ya sabemos que este país tiene una larga tradición monárquica pero también otros países de nuestro entorno más cercano, llámese Francia ó Portugal también la tuvo y hace ya muchos años que son republicas consolidadas. ¿Por qué no votar a la persona que asumirá la Jefatura del Estado, el cargo más alto dentro de la representación política de un país?

Los medios televisivos y los principales medios nacionales se volcaron en la ceremonia, se desplegó todo el boato y pompa necesaria, con desfile militar, Guardia Real a caballo y Rollos-Royce acristalado, todo ello incluido, para que la ciudadanía no se perdiera una coma de las infantas durante todo el recorrido por las calles de Madrid. Los periodistas al uso y cronistas de la Corte, soltaron las comentarios típicos de la ocasión, sobre la tradición histórica en este tipo de actos, la preparación de la Princesa Leonor y sobre el guión establecido para las distintas ceremonias de jura de la Constitución y el posterior recibimiento a las autoridades en el Palacio Real, lo que popularmente se llama el “besamanos”. Y sorprendentemente leía al día siguiente, en un periódico nada monárquico como El País no en el ABC, la crónica entusiasta de una tal Pilar Mera que escribía lo siguiente; “Leonor de Borbón y Ortiz es una prometedora página en blanco Una joven, una incógnita, una historia por escribir. Por ello para muchos, una promesa y una esperanza. “; parece que estaba hablando de una monarquía de otras épocas. Comentaban que a la ceremonia fueron invitados veinte jóvenes de 18 a 28 años, que fueron seleccionados por haber recibido toda clase de distinciones, reconocimientos y premios, pese a su corta edad, porque representaban los valores de toda una generación, como la Princesa de Asturias, y a esa generación, le llamaban la “Generación Z”. Estos jóvenes invitados, eran una minoría de superdotados, lejos del perfil normal de los jóvenes de la calle y por tanto lejos también de sus problemas y de sus preocupaciones. La mayoría de los jóvenes de este país malviven con bajos salarios, empleos precarios y muchas dificultades para acceder a una vivienda, que les impide dar el salto a una vida adulta e independiente. Así la OCDE lo señalaba en su último informe del año 2022 Sobre Oportunidades y Recomendaciones para los Jóvenes sobre España , lo siguiente: “Pese a ser la quinta economía de la UE, la problemática con la que se encuentra la juventud hasta emanciparse no deja en buena situación a España con respecto al futuro” y prosigue señalando también que el alto desempleo un 28% y el problema del acceso a la vivienda –los alquileres en la última década han subido un 40% mientras que los salarios juveniles se han incrementado en un 10%- - hacen “que la vida de los jóvenes españoles sea peor que los del mismo colectivo de edad de otros países de la OCDE.” Prueba de ello, es que en este país, a día de hoy, solamente el 22% de los jóvenes entre 15 y 29 años viven exclusivamente de sus ingresos y el 66% de los jóvenes entre 25 y 29 años viven aún con sus padres. Por todo ello, los jóvenes tampoco tienen una especial predisposición monárquica pese a que se ha pretendido instrumentalizar la juventud y el género, de la Princesa de Asturias, para regenerar e impulsar la Corona, asi algunos periodistas exaltados incluso hablaban de “Leonormania”.

Otros titulares de la prensa apuntaban que la monarquía será viable en la medida que sea útil democráticamente y algunos como “El Mundo” apuntaban que dicha institución es el símbolo de unión de todos los ciudadanos. Por lo que respecta a la primera afirmación un Presidente de una Republica tiene la misma utilidad con el plus de que su cargo es electivo y renovable cada x años y por lo que respecta a la segunda, la unidad, esa afirmación no es muy real; no hay más que acordarse del estallido del procés, el día uno de octubre de 2017 o las ausencias significativas que hemos comentado, en este acto de Juramento de la Constitución.

Una encuesta realizada en el año 2021, por la empresa de investigación periodística ligada al grupo PRISA, 40dB, entre un muestreo de mil ciudadanos sobre la monarquía, daba el siguiente resultado: Un 40 % de los ciudadanos se manifestaba a favor de la república frente al 31% que lo hacía por la monarquía, luego estaba un 30% que no se manifestaba o no tenía una opción definida. ¿Para cuándo una consulta sobre república o monarquía? Otro melón que no se quiere abrir para no destapar la caja de Pandora, como siempre la clase política minusvalorando a la ciudadanía. Pero ésta no es tonta y lo que hoy no es una cuestión esencial, no está sobre la mesa, lo puede ser mañana. Por el momento no hay quién recoja ese guante y más ahora que el PSOE, el partido republicano de otrora, ha dejado de serlo. No obstante ya tenemos algún postulante para la causa a tenor de las últimas declaraciones de las líderes del renacido Podemos, el tiempo nos lo dirá, si dicha tendencia se consolida.