Siempre se ha dicho que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra…

¿Pero tres? Pues sí, pues estamos capacitados para obstinarnos y persistir en nuestros errores, y en ello UPN es el campeón en la política de nuestra comunidad.

Y para muestra un botón: su actitud, la de UPN –a través del sentido de su voto en el Parlamento–, su no apoyo a la defensa de los puestos de trabajo en determinadas empresas de Navarra que estaban atravesando momentos de dificultad y que acudieron a Sodena –la Sociedad de Desarrollo Empresarial de Navarra– solicitando ayuda, colaboración para solventar sus coyunturales problemas. En Sunsundegui, primero; en Dynamobel, ahora.

Porque UPN no apoyó sendos proyectos de ley para conceder liquidez a la empresa alsasuarra, a Sunsundegui. Ni la presentada en el Parlamento de Navarra el 21 de diciembre, ni la del pasado 25 de abril. Fundamentales, esas ayudas, para poder encauzar su futuro de la mano de Volvo.

Y han vuelto a tropezar, no apoyando el pasado jueves un nuevo proyecto de ley para conceder un préstamo a Dynamobel. En su afán de penalizar al Gobierno, con su no apoyo a la ley, castigó a las 200 familias de Dynamobel. No al Gobierno, insisto, sino a los trabajadores y trabajadoras de la misma.

Siempre se ha dicho que las comparaciones son odiosas, pero no podemos evitar hacer un paralelismo entre Sunsundegui y Dynamobel. Entre lo que la primera, con cuatrocientos trabajadores y trabajadoras, supone para Altsasu, con casi 8.000 habitantes, o para la Sakana, con 20.000, y lo que la antigua Jevit, –hoy Dynamobel–, con doscientos empleados y empleadas, supone para Peralta, con casi seis mil habitantes, o para la comarca, con algunos miles más.

Porque el informe presentado por la propia empresa a Sodena, era un auténtico grito de auxilio al que no podíamos hacer oídos sordos: “Es importante también destacar que en caso de que se decida que Sodena no va a acudir a la operación bien porque así se considera o bien porque el pool bancario no accede a ese escenario, la compañía se verá abocada a un concurso de acreedores en liquidación con toda seguridad con el daño sistémico de 200 familias que trabajan en la zona de Peralta más el efecto indirecto en los proveedores de la zona. El impacto socioeconómico de esta compañía en la zona de Peralta es muy elevado”.

Concurso de acreedores en liquidación; daño sistémico sobre 200 familias; efecto indirecto en los proveedores de la zona con otras tantas familias; el impacto socioeconómico en la zona es muy elevado… expresiones todas ellas a las que no podíamos permanecer ajenos.

Nuevamente, si no respondíamos desde el Parlamento aprobando el proyecto de ley presentado, abocaríamos a más de 200 familias a aquello de los lunes al sol.

Nosotros en Geroa Bai, no estábamos dispuestos a ello; no queríamos asumir esa responsabilidad. Al menos mientras haya un resquicio de vida para la compañía. Y de ahí nuestro voto positivo.

La covid y Ucrania, con todo lo que supusieron para el tejido industrial, pusieron en jaque a la empresa. Y a ello se le sumó –a perro viejo todo son pulgas– un devastador ciberataque que paralizó por completo su actividad justo en el momento en que estaba comenzando a recuperarse.

Pero más allá de las dificultades hay una apuesta clara por parte de la empresa pública, de Sodena, y, desde luego, por parte de Geroa Bai, en pro de esas doscientas familias de Peralta y la comarca, en favor del mantenimiento de sus puestos de trabajo, porque hay una clara petición de reformulación de su plan de negocio con un incremento de márgenes y de ventas, así como con el objetivo de completar una serie de acciones que quedaron pendientes como consecuencias del ciberataque: el servicio e información al cliente; la oferta de nuevos productos diferenciales; las herramientas de gestión comercial; la reestructuración de la organización comercial; el nuevo impulso comercial; el abordaje del canal distribuidor e internacional; y, finalmente, la eliminación de productos no rentables.

Una hoja de ruta pergeñada que apunta a unos claros beneficios para el ejercicio de 2025 y que se doblarían para el año 2026.

Hace tan sólo unos días nos reuníamos con el Comité de Empresa de BSH, que nos trasladó su preocupante situación. La hicimos nuestra.

Y lo que no queremos, desde Geroa Bai, es tener que reunirnos dentro de unos meses con el comité de empresa de Dynamobel, y escucharles que están en concurso de acreedores en liquidación y que su futuro es negro, muy negro. O quizás, mejor dicho, que no hay ya futuro alguno para sus 200 familias.

En Geroa Bai, desde luego, sí queremos un mañana, un porvenir para todas ellas. Y por ello, apoyamos el proyecto de ley que llegó al Parlamento.

El autor es parlamentario de Geroa Bai