Estos días, las familias y la sociedad navarra debe saber que algo grave nos está sucediendo a las personas que trabajamos en los centros e ikastolas que mantienen concierto educativo con el Departamento de Educación de Navarra (concertados). Por esta razón, el personal docente y no docente estamos haciendo concentraciones en los accesos de cada uno de esos centros y nos manifestamos ante el Palacio de Navarra en Pamplona.

Lo fundamental es que el consejero de Educación, el señor Carlos Gimeno, y nuestras patronales se niegan a dialogar “conjuntamente” con las personas que aquí trabajamos para buscar soluciones a aspectos que tienen que ver con nuestras condiciones laborales y con problemas que dificultan enormemente que podamos realizar un trabajo de calidad en el aula.

Algunas de las situaciones que deseamos solucionar están relacionadas con el incesante aumento de trabajo burocrático que sufrimos, con los continuos cambios de leyes educativas o con el trabajo desproporcionado que ha supuesto atender “sin ningún tipo de ayuda extra” a alumnado llegado en mitad de curso. Son muchas tareas o responsabilidades nuevas que se suman a las de docencia habitual y que se van acumulando sin dotarnos de tiempo para poder realizarlas dentro de nuestra jornada. No es de extrañar que se den numerosos casos de ansiedad, de estrés laboral o de abandono de la docencia.

Los centros en los que trabajamos son entidades educativas concertadas. Eso quiere decir que, con nuestro trabajo, cada colegio se encarga de atender las plazas escolares del Departamento de Educación. Estas plazas son las que ocupan casi el 40% del alumnado de Navarra y siempre las atendemos cumpliendo con todas las obligaciones impuestas por dicho departamento y cumpliendo también con las que nos exigen nuestras patronales. Por existir este “concierto educativo”, el Departamento paga un dinero para asumir el gasto que supone atender esas plazas, paga los salarios de las personas que aquí trabajamos y, además, exige, inspecciona y evalúa nuestra tarea y resultados.

Denunciamos que es insuficiente la dotación económica que el Departamento destina al personal de las ikastolas y centros concertados y denunciamos que lo hace conscientemente. Por un lado, pensamos que hacen falta más personas para atender mejor a cada alumno y cada alumna. Obligarnos a atender a más alumnado con menos personal es discriminatorio para los chicos y chicas de nuestras aulas. Por otro lado, tenemos el convencimiento de que cada docente atiende demasiadas horas lectivas si comparamos con las que dedican profesionales en otros centros. Sobre este asunto, reclamamos que no se haga más politiqueo con nuestro trabajo.

A día de hoy desconocemos cuántas concentraciones más y qué otras movilizaciones tendremos que llegar a hacer para que se nos escuche. En cualquier caso, debemos decir que no nos están dejando otra opción que la de movilizarnos. Lo podemos denunciar rotundamente porque llevamos meses intentando que haya una negociación real sin lograr ningún avance.

Es muy grave que públicamente se nos trate de esta manera y que nuestras patronales no apoyen decididamente nuestras reclamaciones pese a que, día a día, hemos mantenido nuestra implicación por dar lo mejor de nuestra parte en la educación de cada uno de nuestros alumnos y alumnas.

*El autor es docente