Sucedió en 1951 - Una agria polémica sacudía al consistorio, a la opinión pública y a la prensa de Pamplona. Una serie de olmos antiquísimos iban a ser talados por las hachas municipales, bajo el pretexto de que estaban viejos y enfermos. Los críticos a la tala, entre los que se encontraba el propio alcalde, Miguel Gortari, aducían que en realidad estaban en buen estado, y que podían aguantar un siglo más sin ser apeados. La polémica se acentuaba más aún por la sospecha que tenían muchos pamploneses, de que el derribo de los árboles obedecía en realidad al deseo de algunos concejales de reformar el Rincón de la Aduana.

La foto, obtenida el 29 de marzo de 1951, muestra el resultado final de la polémica. El árbol derribado no es otro que “el Olmo de la Taconera”, el mayor y más viejo de los especímenes de la zona, desde que el indiscutible rey de los árboles de Pamplona, el famosísimo “Árbol del Cuco”, del que escribiera el mismísimo Pío Baroja, fuera talado en 1888.

Hoy en día

El marco arquitectónico de la zona, con el edificio de Salesas a la izquierda y las primeras casas de la calle Nueva al fondo, nos permiten situar con muy poco margen de error el punto exacto donde se levantó el viejo Olmo de la Taconera. Y podemos constatar que el subsuelo donde crecieron sus poderosas raíces, se halla hoy ocupado por un oscuro y prosaico parking de automóviles. O tempora, o mores, que dirían los clásicos...

Pamplona, agosto de 2024. J.A.S.

En cuanto a las talas de árboles, que quieren que les diga, tampoco han cambiado tanto las cosas. Este verano, por ejemplo, ha sido muy comentada en Iruñea la tala de los árboles de la cuesta de Beloso. Un proyecto que el actual equipo de gobierno municipal, al ocupar la alcaldía en diciembre, se encontró ya cerrado y sin posibilidad de revertir. UPN lo había aprobado, licitado y adjudicado, pero ello no es óbice para que la derecha, con la anterior alcaldesa al frente, intente ahora escurrir el bulto. Qué cosas...